El pasado 25 de noviembre tuve el honor de hablar en el #EncendidoNaranja del obelisco de la plaza Altamira en Caracas, una actividad que realiza cada año la @rednaranja con la colaboración de la Alcaldía de Chacao, en homenaje a las víctimas de violencia de género. A continuación comparto mis palabras.
Nos reunimos aquí en la Plaza Francia de Altamira como cada 25 de noviembre para conmemorar el Día Internacional en Contra de la Violencia de Género, un día que nos invita a reflexionar sobre la urgencia y la importancia de erradicar la violencia que afecta a tantas mujeres y niñas en todo el mundo. Es un llamado a la acción, una oportunidad para unirnos como comunidad global y decir con una sola voz: ¡basta ya!
La violencia basada en género es una afrenta a la humanidad, una violación flagrante de los derechos fundamentales y la dignidad de mujeres y niñas. No conoce fronteras, no respeta estatus social ni económico, y persiste en cada rincón de nuestro planeta. Pero hoy, aquí, nos encontramos como defensores y defensoras de un cambio radical, como arquitectos y arquitectas de un futuro donde la igualdad, el respeto y la justicia prevalezcan.
En este día, recordemos que cada número estadístico es una vida, cada historia de sufrimiento es una llamada de auxilio que no podemos ignorar. Detrás de las cifras hay rostros, hay madres, hermanas, hijas y amigas que merecen vivir libres de temor, libres de violencia. A quienes estamos aquí, nos toca ser la voz de quienes hoy no pueden hablar por sí mismas, ser guardianas y guardianes de la igualdad y la justicia.
La lucha contra la violencia machista no es solo responsabilidad de unas pocas personas, sino una tarea que incumbe a toda la sociedad. Debemos educar, sensibilizar y promover una cultura de respeto desde la raíz, desde nuestros hogares, escuelas y comunidades. Es hora de cuestionar y cambiar las normas culturales que perpetúan la desigualdad y el machismo, porque el machismo mata. No podemos ser espectadoras pasivas, debemos ser agentes de cambio.
Hoy, hagamos la promesa de no dar la espalda a quienes sufren en silencio, de no permitir que el manto oscuro de la violencia cubra la luz de la esperanza. Juntas, elevemos nuestras voces y demandemos a nuestros líderes, lideresas y a nuestras comunidades que tomen medidas concretas para erradicar la violencia de género. Exijamos leyes más estrictas, asignación de recursos adecuados y un compromiso mucho más real con la igualdad de género.
La lucha por un mundo libre de violencia en contra de mujeres y niñas es una maratón, no una carrera corta. Pero con cada paso que damos, nos acercamos un poco más a la meta de un mundo donde cada mujer y cada niña pueda vivir sin miedo, con dignidad y respeto. Sigamos avanzando, con determinación y solidaridad, porque solo así construiremos un futuro donde la violencia de género sea una página oscura en nuestra historia pasada, no un capítulo continuo en nuestro presente.
Trabajando en unidad y coordinación seremos la fuerza que transformará el «debería ser» en el «es». ¡Basta de violencia machista!
Verónica Arvelo en Plaza Francia Altamira, Caracas. 25/11/2023