Hace 13 años la vida de Vanessa Marcano cambió para siempre pues con el nacimiento de su hija Julieta también nació su faceta de emprendedora, procurando con ello tener más posibilidades de conciliar y transitar todos los caminos posibles en su vida. Esa decisión hoy ha dado como resultado tres empresas que son y están orientadas hacia las mujeres y la maternidad.
Hasta hace poco Vanessa, quien es comunicadora social egresada de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), se refería a sí misma como emprendedora, pero ahora, viendo todo lo que ha logrado, dice que le gusta llamarse empresaria: “De igual forma el término emprendedora me parece una palabra poderosa porque tiene que ver con iniciar o impulsar algo, tan pequeño o grande como te lo propongas. Es una palabra que envuelve grandes posibilidades, implica intención, propósito, esperanza y optimismo. Así que emprender definitivamente también me gusta mucho”, detalla.
La venezolana radicada en México y quien ha sido reconocida como Top Female Founder del país por el sitio web inglés Business Financing afirma que el acceso al capital sigue siendo un reto para todas las mujeres que buscan emprender pues, aunque las cosas han cambiado en comparación a cuando ella inició en este camino, aún hay sesgos, estereotipos y falta de educación financiera.
“Cuando comencé opté por identificar primero quiénes y qué organizaciones conformaban el ecosistema de emprendimiento en Venezuela, y decidí participar en concursos buscando validar mi idea. Recuerdo que en una de las postulaciones era la única mujer fundadora entre las diez empresas seleccionadas para la aceleración. Puedo afirmar que se está viendo algo más de oferta de levantamiento de capital en sus diferentes etapas dirigidas a empresas lideradas por mujeres. Por primera vez en mucho tiempo, diría unos tres años, veo repetidamente que en las postulaciones se pregunta expresamente cuántas mujeres están liderando las empresas, cuántas socias fundadoras mujeres hay, entre otras preguntas claves que aluden directamente a la presencia de mujeres dentro del negocio. Es un cambio que hay que celebrar, aunque aún falte mucho por hacer para igualar la inversión lograda en empresas de hombres y empresas o funding para mujeres especialmente”
Comunidad de madres
El eje transversal de todos los proyectos de la también speaker y mentora es influir positivamente en las mujeres y hacerles saber que lo que viven no es aleatorio y que son muchas las que atraviesan procesos similares. Esto lo considera una responsabilidad y parte de su propósito de vida.
Su primer emprendimiento fue “Pollito Inglés” una comunidad de compra y venta de artículos usados para bebés, donde las madres pudieran compartir sus experiencias; luego vino “Moms Data”, una empresa de investigación de mercado cuyo foco son las mujeres en América Latina y, junto a Susana Reina, cofundó hace dos años FemData Consultoría para asesorar a empresas privadas y públicas respecto a políticas en pro de la igualdad.
“Cuando tuve a mi hija me enfrenté abruptamente a las barreras que tenemos las mujeres para conciliar. Con la maternidad descubrí no solo el amor más grande que he podido sentir en mi vida, sino también la frustración de tener que verme en la necesidad de elegir un camino. Cuando en realidad yo quería transitar libremente por todos. En este caso, me tocó elegir entre criar a mi hija y mantener un trabajo corporativo como empleada. En la etapa inicial de la vida de Julieta pude sentir por primera vez mucha culpa y sensación de pérdida por no lograr a plenitud mi carrera como profesional y mi rol de mamá al mismo tiempo»
«Un gran dilema que vivimos las madres y que está más que demostrado con datos es que la maternidad representa uno de los hitos en la carrera profesional de las mujeres en el que más renunciamos al mercado laboral. Yo no pude salvarme de esa estadística y, debido a la presión que tenía en mi trabajo y la auto-presión que yo me infringía por no poder disfrutar a mi hija y verla crecer, decidí renunciar y comenzar mi trayectoria como emprendedora. Un camino nada fácil pero con la flexibilidad suficiente para poder vivir plenamente”, recuerda.
Cargas no compartidas
Uno de los elementos más frecuentes que Vanessa ha podido experimentar en su trayectoria, es la carga física, mental y emocional que tienen las mujeres, especialmente aquellas que son madres, pues las palabras “desgaste, cansancio, agotamiento” son frecuentes en los testimonios que recibe en las encuestas y estudios de mercado de sus múltiples empresas.
“Una constante es la altísima carga de cuidados que llevamos las madres sobre nuestros hombros de manera casi exclusiva. Esta situación lleva a varios conflictos que se repiten con mucha frecuencia, como por ejemplo el desgaste emocional, la carga mental y el burnout que genera no solo el cuidado sin corresponsabilidad, sino llevar en paralelo otras responsabilidades como el sostenimiento del hogar»
«He podido conocer mujeres cansadas de criar, agotadas por no dormir y desgastadas por la presión de la economía familiar. Por otro lado, consigo testimonios de mujeres que aunque transitan por todas esas cargas físicas, emocionales y mentales están están llenas de esperanzas, de empuje, de querer comerse al mundo con sus ideas y negocios, con deseos de aprender y reconstruirse y renacer; que no puedo más que sentir admiración. Recientemente, en un estudio que estoy haciendo sobre la menopausia me he encontrado con testimonios impactantes que una vez más me conectan con mi propósito y me indican que voy por el camino correcto”, señala.
Respecto a los aprendizajes que ha adquirido con cada negocio indica que han sido muchos, pero destaca la seguridad personal, su capacidad de liderazgo y a desarrollar una compañía en aventura con una nueva socia.
“Pollito Inglés ha sido la experiencia que marcó un hito en mi vida, en ese momento cerré una etapa de empleada por 15 años para convertirme en una persona dueña de mi vida, de mi autonomía, de mis finanzas, de mi tiempo. Pasé de gerente a directora de mi propia empresa. Me ha dado las alas para ser una líder en todos los aspectos de un negocio. Luego, con Moms Data descubrí que podía replicar aprendizajes a otros ámbitos, probar nuevas áreas de negocios, aprender manejo de datos, conformar equipos multidisciplinarios y que a un negocio hay que transformarlo constantemente para que subsista y sea sostenible»
«Recientemente con FemData he aprendido a tener una socia al 50-50 en todo. Hasta ahora había sido yo liderando mis negocios a mi estilo y bajo mis reglas e intuición. Con Fem Data he disfrutado de una sociedad basada en el respeto y el aprendizaje constante, en la confianza y la transparencia. Tengo la fortuna de trabajar codo a codo con Susana Reina quien con toda su experiencia y trayectoria aceptó mi invitación de unirnos para desarrollar juntas proyectos. No tengo más que agradecimiento por impulsarme y animarme a atravesar juntas cada reto.”
Finalmente, al preguntarle qué le diría a su yo de hace 13 años, responde que la felicitaría por haber tomado la decisión correcta: “Le diría: Te atreviste dejándolo todo y a pesar de todo y de la opinión de muchos. ¡Lo lograste!. Tuviste que demostrar que sí podías y lo hiciste. Sigue confiando en tu instinto”.