Tengo un Master XX

Tengo un Master XX
junio 9, 2023 Feminismo INC
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Según estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en Chile las mujeres mayores de 50 años tienen una tasa de empleo del 34,6%, mientras que los hombres en la misma franja etaria tienen una tasa de empleo del 62,6%. Además, la brecha salarial también es notable, con mujeres ganando en promedio un 25% menos que sus pares masculinos.

 

Por: MARÍA ESTER LEVA*

A medida que envejecemos, como mujeres, hemos adquirido muchas habilidades y competencias a lo largo de nuestras vidas, que no pueden ser plasmadas en un currículum.  Hemos sido capaces de adaptarnos a los cambios físicos y hormonales que suceden durante el proceso de maduración, hemos sido capaces de superar un entorno desafiante y poco apoyador, hemos sobrevivido la crítica y los estereotipos.

Hemos aprendido la capacidad de adaptarnos a un entorno siempre cambiante, acomodarnos para seguir adelante, hemos desarrollado la automotivación, aprendido la planificación milimétrica, minuto a minuto, considerando en nuestra vida, trabajo, familia, belleza, amigas, estudios.

Yo le llamo el Master “XX” de la vida, que no podemos agregar en la parte de “especialización” en nuestra hoja curricular.

Creo firmemente, que nuestra experiencia, como parte del sexo femenino, nos aporta sabiduría y nos da ventaja competitivas en varios ámbitos: la resolución de problemas y toma de decisiones, manejo de situaciones difíciles, cómo mantener la calma en momentos de crisis. Adicionalmente a otras habilidades que hemos aprendido y/o desarrollado como a ser más compasivas y empáticas, lo que nos permite tener una mejor relación con las personas que nos rodean, por contar algunos de los ámbitos.

Contamos con un “seniority” que nos permite ocupar puestos de liderazgo y tomar decisiones importantes, lo cual constituye un aporte sinergético en cualquier empresa y en la sociedad

Pero, a menudo se nos subestima o se nos desvaloriza simplemente por nuestra edad o género. Se nos considera «demasiado viejas» o «demasiado emocionales» para ciertos trabajos o posiciones, se nos ofrecen sueldos rebajados por parte de reclutadores miopes, que no pueden  reconocer el verdadero potencial y valor de las mujeres mayores.

En lo personal, puedo hoy evaluar mi mayor capacidad, mi mayor aporte, puedo ver la amplitud de visión que tengo versus algunos años atrás. Percibo la mayor claridad en muchos ámbitos, más claridad  en los procesos y en los tiempos de maduración de los mismos, ya he resuelto temas que ante podían ocupar espacio en mis pensamiento.

Sin embargo, esto no aminora las veces que me he sentido subestimada e impotente para poder aplicar a un cargo mencionando este Master XX de la vida, y así diferenciarme en el mundo laboral.

Pero como todo es un proceso, con gran esperanza, ilusión y ganas de participar activamente, he visto florecer movimientos femeninos, nacidos de esta maravillosa empatía que contamos, las que hoy nos dan apoyo, fortalezas y nos permiten la visibilidad necesaria para llegar a aquellos que nos sepan valorar.  Estoy convencida que no hay que claudicar, hay que continuar desarrollando habilidades, la calma, la serenidad y la perseverancia en situaciones difíciles o estresantes. También la resistencia, pero paralelamente, trabajar para lograr vencer a la miopía social.

Así que, si eres una mujer que se encuentra en una posición similar, te invito a que no dejes de luchar por tus sueños y metas. No permitas que las barreras sociales te limiten, sino más bien, decídete a romper esas barreras y destacar en lo que te propongas. Recuerda que las mujeres somos fuertes, inteligentes y capaces de lograr todo lo que nos proponemos.

Es importante seguir luchando por la equidad de género en el mercado laboral y reconocer el valor y la experiencia que las mujeres mayores de 50 años pueden aportar. Espero con esta reseña de mi visión desde la experiencia, aportar en el foco y ánimo de mujeres que ya encontrarán su espacio.

¡Adelante, eres más poderosa de lo que crees!

***

María Ester, Chilena. Nacida el 15 de Febrero de 1971, de padre Ecuatoriano y Madre Chilena, divorciada hace 13 años, orgullosa mama de dos hijos de 18 y 14 años. Su madre fallece a los  13 años, es adoptada a las 9, por el esposo de su madre quien la crio hasta que me fui de la casa a los 17 años, comenzando desde ese entonces un largo camino laboral. Cuenta con mas de 25 años de experiencia en el retail , eficiente y dedicada, inteligente, perspicaz, emprendedora, motivada, líder y formadora, alegre, creativa, proactiva, leal y sociable, justa del trabajo y del equilibrio en la vida, gozadora de la familia.

Le encanta conversar y aprender de las personas, gusta viajar, la aventura, los animales, leer, disfrutar del mar, hacer trekking y practicar yoga. No soporta la mentira,  ni los dobleces, tampoco me gusta la gente floja. La motiva aportar en el desarrollo de las empresas, emprender nuevos negocios.

Orgullosa de ser mujer. 

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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