Esperanza

Esperanza
febrero 21, 2023 Irene Lopez Lugo

Venezuela se ha quedado sola, nuestros hijos y nietos han pisado el rayado del aeropuerto pintado por Cruz Diez.

Se marcharon en busca de un mejor futuro. Ahora solo estamos los adultos mayores, lo cual significa que, una vez más, debemos hacerles frente a las dificultades que se nos presentan y prepararnos para entender el cambio de mentalidad y de formas de trabajo que se imponen con la informática y nuevas tecnologías.

Aportar nuestra experiencia para rescatar el país es fundamental, en nuestras manos está educar con el ejemplo a entender este nuevo concepto de vida.

Es como si de nuevo emprendiéramos nuestra independencia.

Desecharemos las quejas y dolencias, confiaremos en nuestras fuerzas y nos enfocaremos en obtener una mejor calidad de vida, dispuestos a ayudar en todas las áreas que se presenten.

Pongamos nuestro granito de arena y si cada uno hace lo que sabe, pronto veremos resultados. No nos quedemos de brazos cruzados, el mundo ha cambiado y nosotros también debemos hacerlo. Solo nos queda confiar en que nada es eterno y esta situación cambiará. Haremos el esfuerzo y ayudaremos.

Hoy agradecemos a Dios el haber tenido hijos. Ellos nos ayudan desde el exterior con las remesas, porque si no, estuviéramos pasando hambre y grandes necesidades. Como sí les pasa a quienes por diversas razones no reciben ayuda. Sufren muchas privaciones y callan para no inquietar a sus familiares que han emigrado.

Llegará el día en que nuestros compatriotas regresen y con las experiencias y conocimientos adquiridos en su peregrinar por el mundo nos ayuden a levantar nuestro país, tal y como sucedió en 1958. Implementaremos un sistema de educación que permita preparar a los jóvenes para que se integren al mercado laboral con un oficio, esa es el mecanismo que permite salir de la pobreza.

Por eso tenemos fe en que pronto volveremos ser un país pujante y con futuro.

La esperanza es lo último que se pierde.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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