“Hay en ti la fatiga de un ala mucho tiempo tensa”, escribió la poeta cubana Dulce María Loynaz quien fue Premio Cervantes 1992 y quien serviría de inspiración y homenaje a la periodista Ileana Álvarez (Cuba, 1966) para crear la revista feminista “Alas Tensas” en 2016.
La publicación, nos cuenta su directora y fundadora, se originó por la necesidad de coberturas periodísticas independientes con perspectiva de género, que abordaran casos de violencia machista y por supuesto, el feminismo en Cuba. También para desmontar el discurso “feminista” oficial que respondía a los mandatos del Partido Comunista y sus líderes. Así, contactó a diversas escritoras y periodistas para comenzar con el proyecto que a los pocos meses empezó a ser vigilado y perseguido por la seguridad del Estado hasta llevar a Álvarez y su familia al exilio en España.
“Percibía un vacío, quería encontrar historias de mujeres contadas por las mismas mujeres, historias de mujeres cubanas de las más diversas, y de cualquier lugar del mundo, ver reflejado sus problemas, sus sueños, su lucha por sobrevivir en una sociedad tan machista y autoritaria como la cubana. Historias que denunciaran a sus opresiones, y pusiera en su justo lugar sus reivindicaciones, sus emprendimientos y su huella creativa”, asegura.
Añade que Loynaz “fue un espíritu libre, cubanísima que pudo resistir con la fuerza de su creación el totalitarismo” y es algo que busca lograr la publicación conformada por seis personas más colaboradores ocasionales.
“Denunciamos e investigamos todas las formas de violencia de género en Cuba, el micromachismo y otras expresiones naturalizadas en la sociedad cubana y otras sociedades latinoamericanas, hacemos reportes y análisis en tiempo real de los casos de feminicidios. También impulsamos la obra creativa de las mujeres cubanas pues el activismo desde el arte y la cultura es fundamental para erradicar la violencia machista. Alas Tensas se propone acompañar a las mujeres cubanas en su búsqueda de igualdad, las iniciativas feministas, sus proyectos de autonomía y desarrollo, y aspira formar en los jóvenes un pensamiento social crítico con perspectiva de género que contribuya a la eliminación de la violencia de género”, detalla Álvarez.
Camino feminista
Uno de los primeros encuentros con el patriarcado que vivió la periodista fue un feminicidio en el barrio donde nació. “Era una persona querida, y eso me marcó para siempre, yo apenas era una niña”, relata.
“Tempranamente me dije que había que hacer algo para ponerle freno a tanto dolor y muerte, luego sabría que el causante de tanta violencia tenía un nombre, patriarcado, y que era el feminismo quién podría hacerlo desaparecer”, señala.
Respecto a si hubo un momento en específico en el cual se empezó a calificar como feminista, indica que a su juicio “no hay un momento de iluminación”. pues “al feminismo se llega transitando un camino, que no es sencillo, ni recto, es un proceso. Hay una acumulación de sucesos, testimonios, aprendizajes, saberes que van llegando a tu vida de las maneras más diversas y a veces inusitadas, y te ayudan a explicarte cosas, responderte interrogantes, y plantearte otras nuevas”
Nuevo mundo
Desde hace cuatro años, Álvarez empezó a ser parte del gran exilio cubano que está en todas partes del mundo. Ella, desde Madrid.
“Fue un arduo hostigamiento por parte de la policía política por hacer periodismo independiente, por atreverme a cuestionar en las páginas de Alas Tensas la “igualdad” a la que decía haber arribado la Revolución, de denunciar feminicidios y otras formas de violencia hacia a la mujer. No solo fui acosada yo sino todo el equipo y los colaboradores del medio”, recuerda.
Admite que su aterrizaje en Europa no fue nada fácil por múltiples razones, entre ellas, la edad, dejar los afectos, no contar con los medios económicos suficientes, no tener contactos profesionales y además “llegar rota”.
“En España he tenido que reinventarme, obligarme a la resiliencia. He querido continuar con mi proyecto, no ha sido fácil, pero era una pena que tuviera que renunciar a algo que amaba y que encontraba necesario para Cuba; pero sabemos que el periodismo es cada vez más digital, cada vez más trans territorial, dinámico y que te abre innumerables puertas, y te obliga a subir nuevos montes, aprender, porque con las nuevas tecnologías, las redes, la manera de informar, de comunicar se ha multiplicado, y te obliga a estar atenta y en un constante aprendizaje para no quedarte atrás”, explica.
Finalmente, declara que su misión periodística y feminista mediante Alas Tensas seguirá porque es imperativo combatir la censura y promover la erradicación del patriarcado, ambos normalizados en la región pues “en Cuba y muchos países de Latinoamérica es demonizado y criminalizado tanto el periodismo independiente como el feminismo”.