Nuestra palabra de mujer no fue ignorada

Nuestra palabra de mujer no fue ignorada
octubre 19, 2016 Susana Reina

Un lujo de tarde, sin duda alguna, la que nos dieron Inés Quintero y Evangelina García Prince con ocasión de la conversación en torno al emocionante libro La Palabra Ignorada. Relato aquí las frases que más me impactaron de sus intervenciones, ante un nutrido grupo de 60 asistentes, interesados todos en el tema de la mujer en la historia venezolana.

INÉS:

“Como historiadora me preocupa la voz de las mujeres”

“Buscar en los archivos escritos por hombres, lo que las mujeres tienen que decir, es parte de mi interés: donde estaban, qué decían, qué podemos saber de ellas desde sus propias palabras”

“El libro relata la historia de ocho mujeres, empezando por las esclavas, que eran el subsuelo del subsuelo social: además de mujeres, negras y esclavas, a quienes les hacían avalúos como cosas, tasando sus características físicas y humanas para venderlas o comprarlas sin tomar en cuenta sus propios deseos”

“La historia de la mujer de Páez, la de la mujer que el marido molió a palos y luego ella lo metió preso, la de Ana María Ibarra, esposa del Ilustre Americano, celosísima, todas vividas con mucha emocionalidad, pero silenciadas en los relatos históricos tradicionales”.

“Valoro de estas historias el coraje, la dignidad y la fortaleza de estas protagonistas, sus vivencias, su sensibilidad. Conocer sus historias desde su voz, del lado diametralmente opuesto al poder. Ellas piden su libertad, se defienden de la violencia, aspiran a participar y no siempre salen airosas de sus luchas”

“No podemos juzgar a estas mujeres con la lógica que nosotras hoy manejamos sobre las relaciones con lo masculino y la conciencia de nuestros derechos 200 años después. Por eso digo que fueron asombrosas cuando pusieron un límite, cuando dijeron ya no más, cuando alzaron su voz para comprar su libertad, o no dejarse golpear, o reclamar lo que por derecho les correspondía. Fueron actos de absoluta valentía”

“Para mí en lo personal encontrarme con estas historias  y escribir sobre ellas significó una experiencia extraordinariamente emotiva y estremecedora”

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EVANGELINA:

“Los esquemas de subordinación y exclusión que Inés relata en su obra se mantienen intactos hasta ahora. La mujer se comporta bajo el esquema de sometimiento al varón”

“La historia siempre es contada por los hombres. Es una “his-tory”. No hay “her-story”. Las mujeres siempre están atrás. La historia es la historia del hombre, y en esa mirada masculina el poder se transfiere a través de la violencia. Por eso valoro mucho que Inés se haya propuesto darle una mirada femenina a la historia que escribieron esos hombres”

“A lo largo de todas las páginas de LA PALABRA IGNORADA se ve el inconsciente colectivo del patriarcado. Es una obra rica para extraer lecciones que muestren su estructura, la cual descansa en la alteridad y el carácter binomial que es como el patriarcado ve la realidad  (blanco-negro, esposo-esposa, pobre-rico, dueño-esclavo) ”

“La mujer siempre ha tenido la imperiosa necesidad de tener un varón que la valide. Clara Coria, nos dice que las mujeres ejercemos ante el poder del macho, un pequeño contrapoder: la seducción, los sentimientos y el manejo de la culpa. El poder es definido por la autoridad del varón. Semen significa en latín semilla, y esperma también semilla en griego… y quién tiene la semilla? El que tiene el poder, el que fecunda. Por eso tener bolas, es tener el poder”

“Decirle a la mujer hembra y al hombre varón pone la diferencia entre lo biológico y lo social. A la mujer la definen por la biología (eres mujer cuando menstrúas la primera vez, cuando tienes tu primera relación sexual, cuando tienes un hijo). Al niño no le decimos macho, sino varón, ya es una distinción no biológica, sino social. Lo natural es femenino, lo cultural es lo masculino”

“Lo anómalo está en la mujer. Vive con una condición adscrita, no adquirida. Lo normal está en el varón, lo humano es lo masculino. Esto no cambia fácilmente porque nadie que detente el poder, lo abandona. Por eso se plantean las relaciones como dominación-subordinación. Aristóteles definía a la mujer como “varones inacabados”

“El mayor valor que encuentro en la obra de Inés es que devela realidades de exclusión que se vivían en la cotidianidad de la servidumbre y a las cuales las mujeres se resignaban. Incluso se ve en una de las historias el fenómeno de la violencia intragénero, las peleas de poder entre las mismas mujeres, como muy bien lo analiza Amelia Valcárcel en “Sexo y Filosofía”, que todas deberíamos leer: las mujeres siempre buscamos la mirada aprobatoria del varón y si es preciso nos peleamos con la otra por ello”

“Las mujeres no pueden subordinarse porque la violencia es la válvula de seguridad de la discriminación. Si te estás quieta te irá bien, parece ser mensaje”

La intervención final de la audiencia fue por demás interesantísima, sobre todo la de una joven chica que se pregunta si el precio que hay que pagar por la autonomía vale la pena. La respuesta es sí, a toda costa, lucha por tu libertad.

Nos quedamos con ganas de más. Evangelina se comprometió a escribir un documento con el análisis de género a profundidad de tan magnífica obra. Inés prometió seguir hurgando en la historia con mirada de mujer. Y desde FeminismoINC prometemos seguir colocando sobre la mesa temas de tanta importancia como este, apoyando y alentando a estas imprescindibles mujeres en su labor liberadora.

Esa tarde, así como en las muchas tardes que vienen por vivir, nuestra voz no fue ni será más ignorada.

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Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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