Este trabajo, realizado por Maria Paula Leal y Michelle Corzo, desde la Cátedra de Psicología de la Mujer y Género de la Universidad Rafael Urdaneta, tiene como objetivo realizar una reflexión sobre la necesidad de comprender y conocer cuáles son las auto exigencias de la belleza que tienen las mujeres de Maracaibo. Al mantener una mirada superficial de los estereotipos de género que aún existen, la sociedad cae en la falacia de justificar su práctica discriminatoria y lo que es aparentemente algo “normal”, que no se debería cambiar.
Primeramente se debe de conocer qué es la belleza, “el concepto de belleza es un fenómeno mundial que emerge a partir de normas sociales y gustos estéticos cambiantes y en evolución, razón por la cual, lo que era bello en la antigüedad, hoy en día no cumple con los estándares impuestos por la sociedad contemporánea” (Salinas, 2011). La belleza ha estado girando en torno a cuerpos, siluetas, pesos, estéticas, arreglos, y entre muchas cosas, dominado y determinado por el lugar geográfico, la cultura, la época, la raza, e incluso la religión.
Por otra parte el concepto que conocemos de belleza se relaciona con el éxito cultural y social de la mujer, es decir, entre más hermosa sea más probabilidad de surgir y ser exitosa tiene, “lo que lleva a las mujeres a buscar imitar ese ideal, pues es una herramienta que podría facilitar la realización personal y el cumplimiento de metas y propósitos (Salinas, 2011).
Por lo tanto, *se comprende que la belleza es una construcción social, cultural e individual que da lugar a los discursos cotidianos en relación con el cómo ser reconocida como una mujer bella ante la sociedad” (Navarro, 2013). En Maracaibo se tiene la creencia de que si es niña será una princesa y si es niño será un deportista, creando así desde pequeños una serie de estereotipos en dónde la mujer es la que se ve más afectada pues que es a ella a quien más se le exige perfección.
La mujeres venezolanas en sí son consideradas las “mujeres más bellas del mundo” obteniendo un título pesado que llevar y que cumplir; las maracaiberas son reconocidas por estar siempre maquilladas, peinadas y con ropa distinguida, teniendo una visión más amplia. El problema no es que las mujeres sean bellas sino que parten de premisas en dónde la forma del cuerpo importa, el que no tenga hijos en un rango de edad específico, es decir, cumplir ciertos requisitos para ser considerada bella.
En un intento por ser aceptadas socialmente la mujer maracaibera tiende a perder su esencia y libertad, llevando a conflictos internos de lo que ella desea ser y de lo que debería ser, lo que es “socialmente aceptado”, pudiendo generar un malestar significativo, afectando así si vida; puesto que coloca como referencias un cuerpo quizás modificado por la actual tecnología, algo irreal e inalcanzable, sin pensar en su propio bien.
En Venezuela se le ha dado gran valor a la belleza iniciando en el concurso de belleza donde se elige a la “mujer más bella de país” dónde los estereotipos son de una mujer con medidas 60-90-60, sin imperfecciones, que no haya tenido hijos en un rango de edad entre los 17 y 25 años, así como una estatura mínima de 1.65, como lo expresa Aponte (2021).
Por medio de la investigación se desea conocer y comprender más acerca de las auto exigencias sobre la belleza que poseen las mujeres en Maracaibo, asimismo se busca responder a la pregunta ¿Cómo les afecta la auto exigencias sobre la belleza en su autoestima y en su día a día?
Pero primero, se debe hablar un poco sobre los antecedentes de la belleza.
El concepto de belleza es amplio y subjetivo, pero si hablamos de la belleza física y sus estándares a través de la historia, al igual que la moda o las costumbres, ésta ha tenido una marcada evolución a través de los siglos.
El cuerpo perfecto ha sido retratado siempre de diferentes maneras en muchas culturas y por diferentes autores desde la antigüedad, por lo tanto, se podría decir que el cuerpo se considera una construcción social y cultural porque tiene diversos significados para las personas. El antropólogo Ángel Acuña (2001) explica que el cuerpo está formado por la sociedad. La educación y las interacciones sociales contribuyen a moldear el cuerpo de tal manera que éste acaba formándose según los requisitos de la sociedad donde se vive. Las técnicas corporales (prácticas para mejorar la imagen corporal), el modo de vestir o de caminar son también prácticas aprendidas y difieren entre contextos culturales.
Si nos remontamos en la historia del canon de la belleza femenina, encontramos que: a través del arte los egipcios representaron los cuerpos de las mujeres y hombres moldeando esculturas, si echamos un vistazo a cualquier figura de piedra de esta época podemos observar cómo el ideal de belleza de entonces es parecido al de hoy en día; los hombres eran personificados con un cuerpo esbelto, musculoso, viril y de apariencia juvenil, mientras que las mujeres eran moldeadas acentuando sus curvas, con cuerpos bien desarrollados pero delgados y de apariencia juvenil también.
Por otro lado, en la Antigua Grecia se definía la belleza de manera distinta, se le daba más importancia a la belleza espiritual que a la física. Luego pasamos a la época Victoriana, una muy importante para la belleza y moda femenina desde América hasta Inglaterra. En esta época se empieza a hacer visible la publicidad acerca del cuerpo femenino, el aspecto que promovía la publicidad era tener la cintura pequeña, por lo tanto, empiezan a aparecer productos prometedores, desde corsés eléctricos hasta jabones adelgazantes. En los años 90,, se presionó a las mujeres para tener figuras delgadas, Ahora, las formas de cuerpo de reloj de arena como las Kardashian se han convertido en el estándar de belleza ideal.
Las mujeres siempre han sentido la presión injusta de la sociedad para verse de cierta manera. Estos cambios constantes en lo que se considera “bello” estéticamente para la sociedad, muestra las exigencias que se le imponen a las mujeres para cumplir con estándares de belleza inalcanzables. En conclusión, con esta investigación, buscamos evidenciar las exigencias que ponen en sus hombros las mujeres de Maracaibo con respecto a la belleza y estética.
Los objetivos generales de esta investigación son los siguientes:
-Llegar e identificar a un grupo de mujeres de Maracaibo para llevar a cabo la investigación
– Identificar los sesgos sociales sobre la estética femenina en Maracaibo
-Conocer las auto exigencias de las mujeres con respeto a su aspecto físico
Y el objetivo específico es:
-Evidenciar las auto exigencias presentes en las mujeres de Maracaibo.
El problema planteado es el siguiente: Que exigencias tienen las mujeres consigo mismas y cómo influye la sociedad en ellas?
La metodología de esta investigación es de enfoque cualitativo, en el cual se recolectarán datos y resultados no numéricos sobre las autoexigencias y la influencia de la sociedad en las mujeres de Maracaibo, a través de una entrevista. Se emplearán métodos para proporcionar información sistemática sobre este fenómeno, describir el estado actual de la variable identificada y poder analizar los resultados de las entrevistas y cuestionarios que se aplicarán a mujeres de Maracaibo.
Watson y Gegeo (citados en Merlo, 2019) señalan que la investigación cualitativa es aquella que “consiste en descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas, interacciones y comportamientos que son observables. Además, incorpora lo que los participantes dicen, sus experiencias, actitudes, creencias, pensamientos y reflexiones, tal y como son expresadas por ellos mismos”. (p. 28)
Por su parte, Blasco y Pérez (2007) establecen que:
En la investigación cualitativa, se estudia la realidad en su contexto natural tal y como sucede, sacando e interpretando los fenómenos de acuerdo con las personas implicadas. Utiliza variedad de instrumentos para recoger información como las entrevistas, imágenes, observaciones, historias de vida, en los que se describen las rutinas y las situaciones problemáticas, así como los significados en la vida de los participantes. (p. 25)
A su vez, estos autores indican que este tipo de investigación se caracteriza por ser inductiva, con perspectiva holística, son sensibles a sus efectos, interesados en comprender el fenómeno tal y como es, de forma humanista, apartando sus propias creencias, perspectivas y predisposiciones, dando énfasis a la validez de su investigación.
Ahora bien, dentro de la investigación cualitativa se encuentra la fenomenología. Un tipo de investigación cualitativa que de acuerdo con Heinonen (citado en Castillo, 2020) es una filosofía, un enfoque y un método de investigación en lo que respecta a las ciencias humanas. Iniciada por Edmund Husserl (1859- 1938), y definida por variedad de autores a lo largo del tiempo, la fenomenología puede entenderse en su versión más básica como el estudio de los fenómenos.
Como estudio, el interés de la fenomenología se enfoca en la esencia de las cosas, es decir, en la experiencia tal y como es. Se interesa en el cómo de las mismas, no en el qué de ellas, en otras palabras, le incumbe el cómo las cosas y/o fenómenos son experimentados, experienciados y percibidos desde la visión de las personas.
Como propósito, la fenomenología busca la compresión de la esencia que corresponde al modo de captar la conciencia de los objetos. En palabras más simples, se quiere comprender las experiencias vividas por las personas tomando en cuenta su propio punto de vista o referencia, tratando así, de encontrar los puntos comunes entre las personas participantes de la investigación, para así hallar lo que le conocen como esencial universal.
También es una investigación descriptiva ya que se observara, describirá y definirá las respuestas registradas de las mujeres entrevistadas sin influir sobre ellas.
El instrumento para recolección de datos seleccionado fue la entrevista semiestructurada, consistente de preguntas abiertas y cerradas, pues estas permiten, a través de la conversación, conocer detalladamente las vivencias de los sujetos seleccionados para la investigación.
Así, la entrevista se caracteriza por ser un diálogo formal entre dos o más personas, cuyo propósito difiere del mero placer de la conversación; destinada a la recolección de datos e información valiosa para la investigación. Serán realizadas a través de encuentros individuales con cada uno de los sujetos selectos, donde se transcribirán las respuestas proporcionadas para su posterior análisis e interpretación. Las preguntas efectuadas fueron las siguientes:
- ¿Has comparado alguna vez tu físico con el de otras mujeres de tu entorno? Con que frecuencia lo haces y con que tipo de mujeres te comparas?
- ¿Qué significaría para ti no ser considerada “bonita” para los demás? ¿?
- ¿Cuándo te miras al espejo, que te desagrada de ti? ¿Por qué?
- Que cosas haces con respecto a tu apariencia física aunque no te apetezca cuando sales de casa?
- ¿Qué es para ti una mujer y bonita y una mujer fea?
Para esta entrevista, se escogieron 4 mujeres de Maracaibo en un rango de edades de 18 a 60 años, abarcando diferentes etapas, entornos, exigencias, y estilos de vida cotidianos. Las participantes responderán a las preguntas de forma anónima, respetando su discreción, pero reflejando y analizando sus respuestas.
ENTREVISTADA 1
- Si, frecuentemente, porque me considero una persona insegura, y tengo como ideal el cuerpo de cualquier otra mujer que tenga los estándares estipulados por nuestra sociedad.
- Me haría sentir sin valor y no aceptada por las personas, y por ende yo tampoco me aceptaría
- Me desagrada mi Barriga porque siento que es muy grande y me hace sentir con disforia corporal y fea.
- Me maquillo tratando de que se vea natural, me hago keratinas y tratamientos para el pelo para mantenerlo liso, me pongo ropa holgada para que no acentúe mi figura ya que no me gusta, me pongo zapatos que me sumen altura, trato de no comer Justo antes de salir para no verme hinchada.
- Una mujer bonita tiene los brazos definidos, el abdomen plano, las piernas bien trabajadas, el pelo largo y bien cuidado, las uñas arregladas y pintadas.
Y una mujer fea es una mujer desarreglada y que no cuide de su presencia ni de si misma. Que tenga mucho acné, que tenga las uñas largas y sin pintar, que tenga mucha grasa.
ENTREVISTADA 2
1.Por supuesto que si, todos los días de la semana, normalmente las mujeres de mi edad.
- Si me importaría, pero no es un mal de morir, lo que para unas personas no sea atractiva, para otras si.
- La celulitis, la Barriga por un buche que tengo, porque no me gustan estéticamente, me parece que se ve feo.
- Ejercicio y dieta, ponerme tacones, secarme el pelo.
- Una mujer elegante, que no necesariamente sea flaca, que esté bien arreglada, aseada, ordenada, no debe estar súper bien vestida, con estar bien vestida basta.
Y una mujer fea para mi es una mujer desarreglada.
ENTREVISTADA 3
- Casi a diario, a veces me causa ansiedad no parecerme a mis amigas que son más bonitas y arregladas
- Creo que trataría de no darle importancia pero sería casi imposible estar en paz
- Mi pelo rizo y con frizz, mis caderas y mis pies. Siento que son feos.
- Maquillarme, secarme el pelo, pintarme las uñas, ponerme blusas “femeninas” cuando me gusta más vestirme con franelas holgadas.
- Una mujer bonita es una mujer simétrica, que sea ella misma, que no le tema a nada de su físico, que se muestre tal cual es. Y una mujer fea es desarreglada, que sea desproporcional, que no se sepa vestir, que tenga demasiada grasa.
ENTREVISTA 4
- La verdad no mucho, trato de todos los días recordarme que soy única y no busco aprobación constante en las demás.
- Me daría risa porque yo se que si soy bonita y el concepto de belleza varía muchísimo y es muy personal. Lo respetaría y trataría de trabajar en no prestarle atención.
- En el aspecto físico no me desagrada nada de mí más allá de a veces estar un poco pasada de peso.
- Pintarme el pelo constantemente, usar tacones y pinta labios, me parece innecesario, pero caigo en la trampa social.
- Una mujer bonita es segura de sí misma, saludable, equilibrada, vibrante y alegre. Una mujer fea es todo lo contrario a eso, una mujer insegura, gris, acomplejada y triste.
Resultados
Las entrevistas realizadas fueron analizadas según su contenido y contrastadas con la teoría consultada, de modo que se elaboraron categorías y subcategorías correspondientes al tema “Autoexigencias sobre belleza femenina”; las cuales guardaban relación entre sí, siendo excluyentes unas a otras. De esta manera, se responde a la pregunta de investigación. La Figura 1 muestra gráficamente estos hallazgos:
Categorías y subcategorías del tema “Autoexigencias sobre belleza femenina”
Categoría Belleza vs. Fealdad: es la definición que las mujeres hacen sobre aquello que consideran bello y agradable en la figura femenina, en contraposición de aquello que les parece desagradable o feo. Tuvo dos subcategorías: el concepto de belleza y el concepto de fealdad.
Subcategoría concepto de belleza: es la definición de lo hermoso, lo agradable, lo que para otros es atractivo; en algunos casos se relaciona con el físico y el aspecto externo; mientras que otras mujeres lo asocian con aspectos internos, espirituales.
“Una mujer bonita tiene los brazos definidos, el abdomen plano, las piernas bien trabajadas, el pelo largo y bien cuidado, las uñas arregladas y pintadas” (I1, L: 18-19).
“Una mujer elegante, que no necesariamente sea flaca, que esté bien arreglada, aseada, ordenada, no debe estar súper bien vestida, con estar bien vestida basta” (I2, L: 14-15).
“Una mujer bonita es una mujer simétrica, que sea ella misma, que no le tema a nada de su físico, que se muestre tal cual es” (I3, L: 14-15).
“Una mujer bonita es segura de sí misma, saludable, equilibrada, vibrante y alegre” (I4 L: 16).
Subcategoría concepto de fealdad: es la definición de aquello que se considera desagradable corporalmente, los aspectos que hacen que una mujer no sea hermosa ni atractiva para otros; algunos son físicos como la forma del cuerpo; otros se relacionan con aspectos internos y de la personalidad.
“una mujer fea es una mujer desarreglada y que no cuide de su presencia ni de si misma. Que tenga mucho acné, que tenga las uñas largas y sin pintar, que tenga mucha grasa” (I1, L: 20-21).
“una mujer fea para mi es una mujer desarreglada” (I2, L: 15-16).
“una mujer fea es desarreglada, que sea desproporcional, que no se sepa vestir, que tenga demasiada grasa” (I3, L: 15-16).
“Una mujer fea es todo lo contrario a eso, una mujer insegura, gris, acomplejada y triste” (I4 L: 16-17).
Categoría Mirada sobre el cuerpo: es la visión que las mujeres marabinas tienen sobre el cuerpo femenino, tanto el propio como el de otras mujeres, refiriendo patrones y estereotipos de belleza sobre la forma, las medidas y lo que se considera aceptable para ser admirada y no criticada. Tuvo tres subcategorías: comparación con otras mujeres, aspectos desagradables, aceptación.
Subcategoría comparación con otras mujeres: es la contrastación con el cuerpo de otras mujeres, bien sea conocidas, o con patrones y estereotipos sociales, lo cual llega a generar malestar emocional si no se cumple con lo que se considera bello:
“tengo como ideal el cuerpo de cualquier otra mujer que tenga los estándares estipulados por nuestra sociedad” (I1, L: 3-4).
“a veces me causa ansiedad no parecerme a mis amigas que son más bonitas y arregladas” (I3, L: 3-4).
Subcategoría aspectos desagradables: se toman en cuenta aquellas formas, partes del cuerpo o la apariencia en general que se considere no está bien, no favorece lo que se muestra y que, por tanto, las hará objeto de críticas.
“Me desagrada mi Barriga porque siento que es muy grande y me hace sentir con disforia corporal y fea” (I1, L: 9-10).
“La celulitis, la Barriga por un buche que tengo, porque no me gustan estéticamente, me parece que se ve feo” (I2, L: 8-9).
“Mi pelo rizo y con frizz, mis caderas y mis pies. Siento que son feos” (I3, L: 8).
“no me desagrada nada de mí más allá de a veces estar un poco pasada de peso” (I4 L: 9-10).
Subcategoría aceptación: se define como la búsqueda de grupos de pertenencia, de ser considerada por otros como bella, para sentirse valiosas. El que otros las quieran y acepten, se torna importante para ellas y sí no es así habría conflictos emocionales; aunque en algunos casos esto no es necesario para la seguridad personal y autoconfianza:
“Me haría sentir sin valor y no aceptada por las personas, y por ende yo tampoco me aceptaría” (I1, L: 6-7).
“Si me importaría, pero no es un mal de morir” (I2, L: 5).
“Creo que trataría de no darle importancia, pero sería casi imposible estar en paz” (I3, L: 6).
“trato de todos los días recordarme que soy única y no busco aprobación constante en las demás” (I4 L: 3-4).
Categoría Estereotipo social: comprende todo aquello que se impone socialmente para considerar a una mujer como hermosa y hace que otros la admiren por ello, así como lo que la mujer hace para ser aceptada en los grupos sociales. Tuvo dos subcategorías: aceptación de otros y apariencia para salir.
Subcategoría aceptación de otros: se trata del ajuste que la mujer siente en la sociedad, lo que otros dicen o no respecto a ella, considerando la belleza como punto de crítica.
“lo que para unas personas no sea atractiva, para otras si” (I2, L: 6).
“el concepto de belleza varía muchísimo y es muy personal” (I4 L: 6-7).
Subcategoría apariencia para salir: es la actitud que la mujer tiene cuando debe tener contacto con otros y salir de su zona de intimidad y confort. Cuando no se cumple con los estándares de otros en cuanto a la hermosura femenina, buscan ocultar partes del cuerpo, utilizar maquillaje, tacones; es decir, a realizar acciones que les permitan ajustarse a los patrones de belleza:
“Me maquillo tratando de que se vea natural, me hago keratinas y tratamientos para el pelo para mantenerlo liso , me pongo ropa holgada para que no acentúe mi figura ya que no me gusta , me pongo zapatos que me sumen altura, trato de no comer Justo antes de salir para no verme hinchada” (I1, L: 13-16).
“Ejercicio y dieta, ponerme tacones, secarme el pelo” (I2, L: 12).
“Maquillarme, secarme el pelo, pintarme las uñas, ponerme blusas “femeninas” cuando me gusta más vestirme con franelas holgadas” (I3, L: 11-12).
“Pintarme el pelo constantemente, usar tacones y pinta labios, me parece innecesario, pero caigo en la trampa social” (I4 L: 13-14).
¿Por qué?
I3: Mi pelo rizo y con frizz, mis caderas y mis pies. Siento que son feos1. ¿Has comparado alguna vez tu físico con el de otras mujeres de tu entorno? Con que frecuencia lo haces y con que tipo de mujeres te comparas?
I1: Si, frecuentemente, porque me considero una persona insegura, y tengo como ideal el cuerpo de cualquier otra mujer que tenga los estándares estipulados por nuestra sociedad.
- ¿Qué significaría para ti no ser considerada “bonita” para los demás? ¿?
I1: Me haría sentir sin valor y no aceptada por las personas, y por ende yo tampoco me aceptaría
- ¿Cuándo te miras al espejo, que te desagrada de ti? ¿Por qué?
I1: Me desagrada mi Barriga porque siento que es muy grande y me hace sentir con disforia corporal y fea
- Que cosas haces con respecto a tu apariencia física, aunque no te apetezca cuando sales de casa?
I1: Me maquillo tratando de que se vea natural, me hago keratinas y tratamientos para el pelo para mantenerlo liso, me pongo ropa holgada para que no acentúe mi figura ya que no me gusta, me pongo zapatos que me sumen altura, trato de no comer Justo antes de salir para no verme hinchada.
- ¿Qué es para ti una mujer y bonita y una mujer fea?
I1: Una mujer bonita tiene los brazos definidos, el abdomen plano, las piernas bien trabajadas, el pelo largo y bien cuidado, las uñas arregladas y pintadas.
Y una mujer fea es una mujer desarreglada y que no cuide de su presencia ni de si misma. Que tenga mucho acné, que tenga las uñas largas y sin pintar, que tenga mucha grasa
- ¿Has comparado alguna vez tu físico con el de otras mujeres de tu entorno? Con que frecuencia lo haces y con que tipo de mujeres te comparas?
I2: Por supuesto que si, todos los días de la semana, normalmente las mujeres de mi edad.
- ¿Qué significaría para ti no ser considerada “bonita” para los demás? ¿?
I2: Si me importaría, pero no es un mal de morir, lo que para unas personas no sea atractiva, para otras si.
- ¿Cuándo te miras al espejo, que te desagrada de ti? ¿Por qué?
I2: La celulitis, la Barriga por un buche que tengo, porque no me gustan estéticamente, me parece que se ve feo.
- ¿Que cosas haces con respecto a tu apariencia física, aunque no te apetezca cuando sales de casa?
I2: Ejercicio y dieta, ponerme tacones, secarme el pelo.
- ¿Qué es para ti una mujer y bonita y una mujer fea?
I2: Una mujer elegante, que no necesariamente sea flaca, que esté bien arreglada, aseada, ordenada, no debe estar súper bien vestida, con estar bien vestida basta. Y una mujer fea para mi es una mujer desarreglada…
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El concepto de belleza como construcción social que refiere Navarro (2013), es mostrado por las mujeres, ya que en sus discursos reseñaron la importancia de ser reconocidas como bellas y hermosas, según los patrones sociales y los estereotipos establecidos. Por tanto, hay una relación de belleza con simetría, delgadez, tener buen cuerpo, estar maquillada, arreglada, con el cabello siempre arreglado. Todo lo que se opone a ello, entonces será considerado como feo.
En este orden de ideas, la tendencia va hacia lo físico, dejando de lado cuestiones como la emocionalidad, empatía, carácter, inteligencia y otras aptitudes de las mujeres, porque estas no destacan ni son perceptibles por mera observación, lo cual convierte el concepto de belleza en una falacia, ya que no todas las mujeres tienen un cuerpo que se ajusta a los patrones e ideales sociales, cuestión que, consecuentemente genera en ellas malestar emocional y psicológico que, incluso, puede derivar en trastornos de la conducta alimentaria o trastornos de la imagen corporal.
De esta forma es en el cuerpo donde recae el valor de la mujer y es en este en el cual se versan las autoexigencias femeninas, como si el éxito, la aceptación o la realización personal dependieran de la delgadez o el tamaño. Sobre este asunto, Salinas (2011), explica que, en el momento sociocultural actual, la mujer debe ser hermosa para surgir y ser reconocida como importante, siendo un modelo conductual que se observa a gran escala y en los medios de comunicación, como el ideal para llegar a las metas de vida y los propósitos personales.
Tratando de profundizar en lo anterior, es probable que existan exigencias de perfección reflejadas en un cuerpo delgado, estatura adecuada, medidas corporales aceptables, estar maquilladas y arregladas siempre que se está fuera de casa; luciendo ropa de moda, tacones y accesorios, aunque realmente no resulten del todo cómodos. Asimismo, un comportamiento cónsono con lo femenino, con actitudes de alegría, socialización y atención de otras personas, para mostrar su hermosura interna.
Conforme a lo anterior, destaca lo expuesto por Acuña (2001), sobre la forma en la cual el cuerpo forma a la sociedad, viéndose así la influencia del entorno social en el cuerpo de la mujer, así como en las cogniciones que aquellas presentan sobre el mismo. Hay prácticas para mejorar la imagen corporal: hacer dietas para adelgazar o mantener el peso “ideal”, practicar ejercicios, pintarse y secarse el cabello, maquillarse como si fuera la apariencia natural.
Es decir, hay una serie de rutinas de belleza que llegan a convertirse en rituales, porque las mujeres no pueden salir ni mostrarse a otros sino están perfectamente arregladas, bien vestidas y peinadas. Hay una corporeidad que se ha construido por la visión del otro, de los estereotipos sociales que imponen etiquetas y modelos, sobre los cuales se comparan las mujeres para auto aceptarse y, posteriormente, ser aceptadas por el resto.
Discusión
Al responder la interrogante planteada: ¿Qué exigencias tienen las mujeres consigo mismas y cómo influye la sociedad en ellas? Se puede comenzar indicando que la primera exigencia está directamente relacionada con el cuerpo y la forma del mismo, ellas necesitan tener el cuerpo perfecto: delgado, esbelto, tonificado, sin celulitis; y por ello suelen trabajar al hacer ejercicios y someterse a dietas. Otras no son tan exigentes consigo mismas, pero si se molestan por tener kilos de más.
Si bien es cierto que el cuerpo es la base de la exigencia física, también aparecen aspectos como el cutis, ya que el acné, la grasa y las manchas en la cara son sinónimos de fealdad; pues una mujer bella no debe tener ninguno de estas imperfecciones, aunque en muchos casos se traten de algo que no pueden controlar por sus propios medios. Se supone que deben hacer lo posible por evitar lucir de esta manera y ser aceptadas en la sociedad.
Por otro lado, hay autoexigencias en la presentación: el cabello debe estar arreglado, secado, pintado, siempre impecable; el maquillaje debe ser natural o ajustarse al contexto donde la mujer vaya a relacionarse, la ropa debe ser acorde a las ocasiones y de moda. Nuevamente, la imagen exterior es lo importante, porque parece buscarse siempre la aceptación de los otros.
Al respecto, Acuña (2001), describió el cuerpo y la belleza como una construcción social, lo cual coincide con los hallazgos del presente estudio. Por lo tanto, es probable que las mujeres presenten patrones de autoexigencias similares dentro de una misma comunidad o sociedad; lo que ocurriría en el caso de las mujeres marabinas, cuyas creencias y estereotipos son semejantes a los establecidos en Venezuela: delgadez, altura, cuerpo tonificado, abdomen plano, cabello largo, preocupada por su imagen.
Sobre la base de las ideas expuestas, la investigación ha encontrado autoexigencias de belleza que se asocian con el aspecto físico de la mujer y las formas de su cuerpo; la aceptación de los demás depende de cómo se vea más que de cualquier otra cosa, lo cual es un referente importante, pues cuando las mujeres se sienten rechazadas sufren afectación y malestar emocional, al igual que cuando comparan su cuerpo con el de otras mujeres.
De esta forma, las autoexigencias sobre la belleza femenina en mujeres marabinas no parece distar mucho de la belleza y sus miradas dentro de la sociedad occidental. Lo bello es estético, agradable, mientras que lo feo es descuido, desproporción; por tanto, es el cuerpo la figura que muestra un lado u otro, teniendo cosas que las mujeres no aceptan como un vientre abultado, celulitis o sobrepeso porque ellos les genera desagrado por sí mismas. Además, importa la aceptación de los demás, por lo que para ellas es necesario lucir como la sociedad lo impone, lo que se refleja en sus rutinas de belleza.
Como recomendaciones, derivadas de los hallazgos presentados, se sugiere trabajar en la psicoeducación sobre los estereotipos de belleza, de modo que estos se comprendan como construcciones sociales variantes, a los cuales la mujer no siempre puede apegarse porque afectaría su salud física y mental. Del mismo modo, es importante dar a entender que los modelos de belleza populares no son fáciles de imitar, puesto que cada organismo reacciona de manera diferente a los regímenes dietéticos y/o ejercicios, siendo importante que se eduque sobre cómo poder manejar el propio cuerpo en cuanto a alimentación, deportes o formas de vestir.