Visión de la mujer en La Armada de Guerra venezolana

Visión de la mujer en La Armada de Guerra venezolana
octubre 1, 2022 Jannet Rivas Faría

En una sociedad cuyo lenguaje universal es la opresión del sexo femenino, ser mujer es casi un acto revolucionario. Querer ser y hacer algo que se salga del molde tradicional de lo asociado a la feminidad es inconcebible y condenatorio, de manera que, una mujer militar en la actualidad es el epítome de toda una historia de luchas por hacer valer sus derechos y dignidad simplemente por ser persona. Explorar la percepción que se tiene de ellas resulta una prioridad.

Por ello mis alumnos Armando Palma, Isabela Díaz  y Valeria Camejo trabajaron en la visión de la mujer en la armada de guerra en Venezuela en el marco de la cátedra Psicología, Mujer y Género de la Universidad Rafael Urdaneta. Les invito a leer y comentar.

Planteamiento del problema

La Armada Nacional de Venezuela es un cuerpo militar destinado a proteger y defender todo espacio acuático en el que la República ejerce soberanía. Nace en 1811 y no es hasta 1950 que la mujer es tomada en cuenta en calidad de asimilada, es decir, sin mando ni conducción de tropas. Posteriormente en 1979 inicia un número reducido de mujeres a formarse en las filas de La Armada. Para 1999 se les negó la entrada solo para ulteriormente recibirlas en el 2001.

La historia de las mujeres en la marina ha marcado notoriamente la percepción actual que se tiene de ellas, puesto que, como establece Almeida (2015) “los estereotipos que dominan a la cultura occidental en lo que concierne a lo militar, definen al hombre como el que inicia la guerra y la mujer como hacedora de paz”.

A la mujer de occidente se le han atribuido una serie de comportamientos, roles y estilos de vida esperados relacionados lo considerado femenino. Tradicionalmente, alrededor del mundo se han considerado las Fuerzas Armadas como un ámbito netamente masculino, por lo que el hecho de que un país como Venezuela en el que se considera a la mujer como la columna vertebral de las familias y por ende de la sociedad, ejercer en las filas de la marina conduce directamente a plantearse: ¿Cómo es la visión de la mujer en La Armada de Guerra venezolana?

Antecedentes

Hernández y Jerez (2017)en  “El camino hacia la paridad en los cuerpos de Seguridad del Estado”,  refleja la realidad de la experiencia de las mujeres en los cuerpos de seguridad con diferentes cargos y áreas de trabajo. La muestra estuvo compuesta por nueve mujeres de diferentes cuerpos de seguridad del estado. Esta investigación fue de tipo cualitativa y se concluyó  que existe mayor cantidad de hombres en los cargos de este tipo de organizaciones, información que es respaldada por los testimonios de la población entrevistada.

Fernández (2020) llevó a cabo la investigación cuantitativa “Perspectiva de género en las fuerzas y cuerpos de seguridad: la figura de la mujer en la policía nacional”, con el objetivo de explicar las perspectivas de género en los cuerpos y fuerzas de seguridad, así como las problemáticas que presentan. Con una muestra de 195 personas anónimas clasificadas por rango de edad de menos de 18 años hasta los 70, concluyó que existe una notable diferencia de género en el campo, en cuanto al número de mujeres en los puestos de trabajo especialmente en cargos de mayor rango. Así mismo puso en evidencia el acoso y la discriminación laboral que sufren las mujeres al laborar en las fuerzas de seguridad.

Canessa (2019) en el artículo “El liderazgo femenino en la armada”, contrastó el liderazgo femenino con la realidad de la armada de Chile, utilizando como muestra de un grupo de millenials estudiantes y otro grupo de la generación X (entre 35 y 45 años). Llega a la conclusión de que el liderazgo ejercido por un hombre o una mujer puede presentar habilidad y cualidades diferentes, mostrando diferentes fortalezas y debilidades; sin embargo, no existen mejores o peores, sino que más bien al complementar ambos se obtienen los mejores resultados.

Objetivo de la investigación

Describir la visión de la mujer en los quehaceres militares dentro de la armada de guerra venezolana desde la perspectiva masculina y femenina.

Método

Se llevó a cabo un diseño de investigación fenomenológico, con el objetivo de comprender las experiencias vividas por las personas, a partir de las interpretaciones que los informantes ofrecen con respecto al fenómeno a estudiar, de manera que puedan describirse, sin juicio de valor alguno, y, posteriormente estudiarlas. Se seleccionó este tipo de diseño puesto a que el objetivo que se persigue gira en torno a describir la visión de la mujer en la armada de guerra, y, para poder hacerlo, debe comprenderse la perspectiva de los hombres y mujeres que la constituyen. Este diseño permite que a partir del discurso de los informantes se puedan entender los posibles significados que aparezcan en él mediante sus respuestas en las entrevistas a llevar a cabo.

Se seleccionaron seis informantes activos en la armada, de los cuales tres eran del género femenino y tres del género masculino con rangos homólogos. Entre las tres mujeres se encuentran una Almirante de 55 años de edad, una Capitana de Fragata de 42 años y una Teniente de Corbeta de 33 años. Entre los hombres destacan un Almirante de 54 años, un Capitán de Fragata de 40, y, un Teniente de Corbeta de 31 años de edad. Dichos rangos son alto, medio y bajo respectivamente.

Estos informantes fueron particularmente seleccionados como parte de la investigación puesto que todos cumplen con la condición de pertenecer y ejercer profesionalmente sus rangos en las filas de La Armada Nacional, lo cual les hace militares activos en la actualidad. Asimismo, se eligieron distintos rangos homólogos con el propósito de identificar y describir posibles asimetrías en las relaciones de género en función del lugar que ocupa cada uno en la organización jerárquica militar.

La información se recolectó mediante una entrevista cualitativa semiestructurada, tal como la describen Benney Hughes (1970). Según Bodgan y Taylor (1987) se trata de una herramienta de excavación, son “encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes, encuentros estos dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras” (Bodgan y Taylor, 1987, pp. 101).

Respecto a las circunstancias de recolección, la entrevista con el Almirante masculino fue en las oficinas del Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA) en su sede de Maracaibo, Edo. Zulia. Las de los Tenientes de Corbeta y Capitán de Fragata femenina se realizaron en el Comando de Guardacostas. La entrevista a la Almirante y Capitán de Fragata masculino, se llevaron a cabo individualmente vía videollamada a través de Google Meet. El encuentro tuvo una duración aproximada de 15 minutos.

Se plantearon dos preguntas: ¿Cómo describiría el papel de las mujeres en La Armada?, en el caso de los hombres: ¿Cómo ha sido la relación con sus mujeres colegas a lo largo de su carrera?. Para las mujeres: ¿Podría describir si alguna vez  a lo largo de su carrera ha experimentado machismo, micromachismos o alguna discriminación por ser mujer?

Resultados

Extractos Subcategorías Categorías
–        Te voy a dar una síntesis de cuándo viene este proyecto, esto comenzó como un proyecto en el año ’82-’83 donde abrieron la posibilidad de que en La Armada y La Aviación pudieran entrar mujeres… desde esa época La Armada ha tenido la presencia de la mujer dentro de su organización. Inclusión inicial de la mujer en La Armada

El acceso de la mujer en La Armada inició en la década de 1980 como un proyecto con el fin de tener presencia femenina en la institución.

Percepción inicial de la mujer en La Armada

La mujer comenzó su participación en La Armada a inicios de la década de 1980, bajo condiciones estrictas como la previa finalización de una carrera, y, en calidad de asimiladas, cumpliendo labores principalmente administrativas, ya que, para la época, se le concebía portadora de capacidades limitadas como para desempeñar quehaceres operativos como los hombres.

–        En esa época la concepción de parte de la mujer era que tenía funciones limitadas.

–        Se tiende a entender que antes la mujer era comprendida en un contexto de “la mujer no puede hacer esto o no debe hacer esto”

Capacidad limitada de la mujer

La mujer, para la época de su inclusión en los cuerpos militares, era considerada con capacidades limitadas

–        A ellas las mandaban a hacer otra carrera que era casi obligatorio.

–        Para especializarla en un área determinada, qué te digo yo, estudiaban administración entonces iban desarrollando esa carrera durante todo el tiempo que ellas estuvieron prestando servicio.

–        Al momento de graduarse el tratamiento no era igual.

–        Ellas duraban a bordo apenas un año en los buques, primero que los buques no estaban preparados para albergar mujeres y tuvieron que hacer unas adecuaciones y no iban para todos los buques sino nada más unos buques de una clase específica.

–        Después que ya transcurría el año a bordo, las bajaban de los barcos y ellas desarrollaban su carrera de manera administrativa y no operativa, ya ahí estaba cortada ella por lo menos para el desarrollo como oficial de La Armada

Condiciones iniciales para la permanencia de la mujer en La Armada

Con el objetivo de acceder a La Armada, la mujer, inicialmente, debía cumplir con requisitos como una carrera previa, y, al asimilarse era tratada con disimilitud respecto al hombre, circunscribiendo su desempeño casi exclusivamente a labores administrativas, y, al embarcarse, estas lo hacían en buques específicos por un tiempo limitado.

 

 

–        Siempre hay puntos de vistas diferentes que de repente al comienzo de la transición nos costó entender, como el rol de madre, obviamente hay que entenderlo y digerirlo bien porque hace que la mujer por un periodo de su vida tenga que ausentarse en la unidad, cosa que el hombre no hace, cosa que algunos ven medio injusto por tener que trabajar más.

–        De pronto cuando ya tenemos hijos es un poco diferente y hay limitación porque no es lo mismo ponte que tengas un hijo enfermo y debas irte de comisión por 15 o 20 días.

–        Mientras que para el hombre eso de repente es más manejable porque se le enferma el niño y la mamá resuelve mientras que él se va de comisión.

–        Mientras que para la mujer es más complicado porque soy yo la que tiene que resolver, y, de pronto eso es lo que hace que nuestras funciones aquí se compliquen un poquito.

Ejercicio profesional desigual

Entiéndase como la inclinación de las mujeres y hombres militares a pensar que la cantidad de trabajo que realizan es dispareja, ya que, las mujeres presentan una tendencia mayor a ausentarse de sus labores.

Desempeño en las faenas militares

El desempeño de la mujer dentro de La Armada se ha caracterizado por la obtención de resultados positivos en el área de organización, lo cual es concebido como inextricable a su naturaleza femenina. Asimismo, existe la tendencia a considerar que el ejercicio profesional es desigual entre ambos sexos puesto que la mujer es más propensa a ausentarse de su puesto, resultando en una mayor carga de trabajo para el hombre, razón por la cual la mujer debe continuamente demostrar que cuenta con las mismas capacidades que sus pares masculinos.

–        Sin embargo, los resultados en esa época fueron muy favorables para esa época.

–        En cuanto al papel, han tenido resultados muy positivos en cuanto al desarrollo, la organización.

–        Yo creo que la mujer ha logrado que optimicemos las bondades que el ser humano tiene llegando a un equilibrio

Frutos del trabajo femenino

Se refiere al hecho de que el desenvolvimiento laboral de la mujer en La Armada ha generado la optimización de procesos de desarrollo y organización.

 

–        Porque la mujer de por sí tiene un tinte organizativo natural de hacer varias cosas casi que al mismo tiempo y eso también lo implementan en las funciones de La Armada

–         Hay características propias de la mujer que no posee el hombre que al emplearlas en sus faenas diarias logra que ese contraste positivo que hay con respecto al hombre militar, equilibre el desarrollo de nuestras tareas.

–        Yo he visto que desde el punto de vista logístico las mujeres han logrado un desarrollo excepcional, desde el punto de vista de organización, de control, de cómo llevar el abastecimiento de equis renglones.

–        Yo observo que en los depósitos llevados por las mujeres el control y organización es mucho mejor y efectivo, en las finanzas también se ha demostrado que se desempeñan mejor, no quiere decir que el hombre lo haga mal, pero hay un toque que le da la mujer a la organización que es muy importante.

–        En este momento también he observado mucho la divulgación de la información a través de las redes sociales es fundamental para poder dar a conocer lo que nosotros hacemos y veo que la mujer en la parte de informática, y, específicamente en las redes sociales tiene un mejor desarrollo que el hombre.

–        Han ayudado a complementar conocimientos y sobre todo ese apoyo moral que ya sea compañera, subalterna o superior es un apoyo moral que dan a los masculinos.

Capacidades concebidas inherentes a la mujer

Gira en torno  la noción de que la mujer, por naturaleza, presenta características que le permiten un mejor desarrollo a nivel organizativo que los hombres, logrando un equilibrio en las tareas de ambos, así como representar un asidero para sus superiores, compañeros o subalternos.

–        Hoy la mujer puede desempeñar una vida operativa completamente a bordo de las unidades, en el componente armada pueden desarrollar su vocación operativa en los buques de La Armada hasta cuando ellas decidan.

–        Si tienen niños pequeños entonces es más difícil desprenderte del hijo que el padre eso es lo que hace dificultoso la continuidad de la mujer en el desarrollo profesional militar.

–        Tuve la oportunidad de compartir con algunas y la verdad si dieron el resultado mientras que estaban solteras y no tuvieran hijos.

–        El rol que cumplimos nosotras aquí es básicamente igual que el de los masculinos lo que, es nuestra labor como militares, los cargos que desempeñamos mira creo que no hay ninguna diferencia.

–        Yo soy oficial asimilada, primero fui a LUZ, estudié Economía y después me asimilé, yo estuve siempre en unidades administrativas y ahí la mujer siempre ha tenido su papel ya fijado.

–        En el sentido de que cada quién cumple función en el área en específico, en mi caso yo soy economista y siempre estuve en el área de presupuestos y uno siempre aporta su granito de arena.

–        Sin embargo es algo que muy inteligentemente se puede sobrellevar, es decir, liderando asertivamente con guáramo, enmarcando las interacciones al respeto.

Desempeño operativo femenino

Significa que la mujer es capaz de desempeñarse igual que los hombres, sin embargo, su ejercicio profesional se puede ver restringido por múltiples factores como el establecimiento de una familia o la reproducción. Asimismo, su papel en el área administrativa por historia ha estado perfectamente delimitado, mientras que, en la parte operativa deben actuar con gallardía y liderando asertivamente.

–        Hoy en día se ha demostrado que se encuentra a la par con los masculinos.

–         En La Armada es algo bien particular porque bien sea por los estudios, bien sea por el entrenamiento físico, la doctrina, la disciplina que vivimos día a día la mujer se ha colocado a la par.

–        Bueno ha demostrado mucho en distintos ámbitos, han piloteado aviones de caza,  helicópteros de combate y combate cuerpo a cuerpo.

–        Yo considero que a veces si hay ciertos comandantes que de pronto quieren vernos como que si nosotras estamos en este mundo de hombres tenemos que cumplir en su totalidad con las funciones que ellos cumplen.

–        Con ciertas cosas que nos limitan entonces es «ya va, entonces tú no querías ser militar».

–        Los masculinos siempre tienen la lupa puesta en el desempeño laboral de las femeninas.

Demostración de capacidades

Se trata de formas en las que la mujer debe constantemente probar que se merece, tanto como los hombres, su puesto en La Armada.

–        Hoy por hoy eso no es así, después de un tiempo para acá ya todos los componentes tienen el papel de la mujer y no existe esa separación de cómo estaba concebido anteriormente.

–        El rol que desempeña la mujer en La Armada Bolivariana es fundamental, la mujer ha dado el equilibrio en las funciones inmersas en el día a día.

–        Es un rol como de equilibrio donde yo tengo fortalezas y la mujer puede tener una debilidad y se compensa, donde pueda un hombre tener una debilidad la mujer tiene una fortaleza y se compensa.

–        He visto que esa transformación de La Armada ha sido muy positiva en resultados, ampliando las perspectivas y viendo todas las aristas de un problema para mejorar en el rol de salvaguardas de la nación.

–        Bueno el papel de las femeninas en las Fuerzas Armadas ha sido protagónico.

–        Mira, considero que es un papel bastante complicado, es un mundo de hombres en el que las mujeres estamos incursionando.

–        Entonces son esos masculinos que están ahorita en grandes cargos que no se han acostumbrado del todo que ahora estamos acá también porque su formación de escuela fue de masculinos y cuando iniciaron su carrera militar también eran puros hombres y las mujeres que habían eran asimiladas con labores administrativas.

–        No te voy a decir que no hay masculinos que no se resisten al cambio pero deben ser muy pocos ya.

–        Siempre como una oficial más que viene a cumplir una función, el trabajo se cumple por igual.

–        Bueno, el papel de la mujer en La Armada es bastante importante porque le da lo que es un valor agregado.

–        La mujer guerrera, la mujer luchadora, la mujer que no porque sea mujer se limita a prestar servicio a La Armada.

–        Puede ocupar cargos importantes no solo en las fuerzas armadas sino en otros sectores también.

–        El masculino no es el único guerrero, luchador o como decimos por ahí el macho vernáculo, nosotras las mujeres tenemos igual capacidad para servirle a nuestra patria.

Percepción actual de la mujer militar

Se refiere a que la mujer es vista como la ejecutante de un rol protagónico, equilibrador, y paralelamente complejo puesto a que incursiona en un área tradicionalmente dominada por hombres, demostrando que no tiene capacidades limitadas para prestar servicio militar, pudiendo ocupar rangos altos.

Visión actual del rol de la mujer en La Armada

En la actualidad la mujer cumple un rol fundamental y complejo, ya que, es considerada limitada por condiciones inherentes a su naturaleza de mujer, mientras que paralelamente exhibe con su trabajo que es capaz de trabajar en una rama culturalmente considerada exclusivamente masculina.

–        Por cuestiones naturales hay otras cosas que las afectan y que es dificultoso en organizaciones civiles, es el mismo problema que estando a bordo.

–        Cuando se casa la mujer estando a bordo es otro problema porque ya están navegando y la parte familiar siempre pega pues, y, para la mujer mucho más que para los hombres, por la condición de ser mujer.

Condición de mujer

Entiéndase como restricciones únicamente aplicables a las féminas como el ser madre y culturalmente considerada la base de la familia.

–        A las ganas de estar al mismo nivel que un masculino.

–        En términos generales han dado resultados mejores que incluso los masculinos.

–        El trato siempre ha sido diferente, no hace falta estar metido en una organización militar para que el trato sea distinto entre mujeres y hombres, eso de por si es así y aplicable adentro de la institución, el trato debe ser distinto, o sea la relación hombre – mujer indiferentemente de que estén el  mismo nivel profesional debe ser distinto, es mi manera de ver la cosa.

–        Por su condición de mujer, nada más la condición de mujer ya el trato si estamos hablando entre iguales debe ser distinto.

–         De verdad que para nosotras ha sido bastante difícil porque aunque ha habido mucha receptividad de algunos masculinos hay unos que todavía no se acostumbran a la existencia de nosotras dentro de la Fuerza Armada.

–         Hay muchas mujeres capaces y calificadas y a veces superiores hasta a muchos masculinos.

–        Entonces yo considero que a veces sí, a pesar de que nos hemos ido adaptando te puedo decir que la primera promoción de mujeres de escuela militares se graduó en el 2006 si o me equivoco, y, las últimas almirantas se acaban de ir, es decir que hubo un vacío como de 10 años más o menos que no habían mujeres en La Armada.

–        Si he notado que de repente hay masculinos como que no les gusta que les manden las mujeres porque hay algunos que todavía tienen esa mentalidad de machistas pues.

Hombres y mujeres en distintos niveles

Significa que pese a la mujer poder dar mejores resultados que los hombres y en oportunidades ser superiores en cuanto a conocimientos y experiencias, son tratadas distintamente que los masculinos por su condición de mujer, ya que, algunos de estos presentan desagrado al ser subalterno a una femenina.

Relaciones de género

La mujer en La Armada se encuentra, socialmente, en una posición de subordinación respecto al hombre, siendo de desagrado para ellos ser subalternos de las féminas, siendo las relaciones entre ambos, concebidas como riesgosas y tendencias a las indisciplinas, siendo el trato igualitario obligado al provenir de una orden.

–        Tú tienes que conservar tu posición de igualdad si hay un hombre y una mujer bajo tu mando, pero el trato tiene que ser distinto, las exigencias son iguales, el trato es distinto.

–        Yo estoy de acuerdo con la participación y el papel protagónico, porque, de hecho es que fue una orden del comandante supremo la inclusión de las mujeres en las fuerzas armadas.

–        Los masculinos hasta ahora, en mi experiencia, los masculinos lo han ido aceptando.

Trato igualitario obligatorio

Se refiere a aceptar y actuar bajo los marcos de la igualdad puesto a que se ha sido establecido como una orden por un comandante supremo.

–        Mi relación adentro del mundo profesional ha sido muy bueno, tanto como subalterno con mujeres superiores a mí y como con mujeres subalternas, lo que yo trato es de enfocarme es en las potencialidades de las personas sean hombres o mujeres.

–         Lo que yo trato y creo que ha sido el éxito de mis gestiones es que las relaciones interpersonales no sean adentro del comando y que en términos vulgares no se me embochinche la cosa.

–        De hecho, yo estoy casado con una mujer militar y mi relación siempre ha sido fuera del trabajo, no trabajamos ni siquiera juntos precisamente para evitar cualquier tipo de incomodidad.

–        Las relaciones interpersonales ya es algo delicado porque nuestra institución es piramidal.

–        Sabemos que tenemos superiores, compañeros y subalternos, nosotros sabemos cómo debe ser el trato, es de cuidado porque se han dado casos en los que se puede pensar mal como por ejemplo aquel joven está cortejando a tal muchacha y eso genera indicios de indisciplina, por eso te digo que es de cuidado.

–        A mí mi comandante o el personal en general nunca me ha segregado ni por ser mujer ni por ser asimilada.

–        Hay algunas mujeres que se desapegan de las normas y buscan con sus atributos de mujer beneficiarse de los masculinos pero no son todas.

–        Así como hay hombres que siguen estando como picados por la presencia femenina, no son todos tampoco, pero, en general siempre prevalece el respeto.

Relaciones laborales

Se trata de que las relaciones entre hombres y mujeres, en las que no existe una segregación entre ellos, a nivel profesional son percibidas como casi prohibidas ya que existe una tendencia a la indisciplina, a través de uniones románticas o sexuales para obtener un fin, por tratarse de una institución piramidal.

          La presencia de la mujer en campos tradicionalmente dominados por hombres, sin duda genera controversia, ya que, implícita y a veces explícitamente debe, constantemente, demostrar que sus capacidades son equivalentes a las de los hombres, lo cual no es la excepción en el mundo militar, ya que, el papel y participación de las féminas se ha transformado con el pasar del tiempo, paralelamente cambiando las percepciones tanto masculinas como femeninas respecto a los quehaceres militares de las mujeres.

De acuerdo a los individuos activos en La Armada nacional, la mujer actualmente es vista como la ejecutora de un rol tan fundamental como complejo, puesto que se abre camino diariamente en una rama profesional culturalmente considerada netamente masculina. A su vez, se entiende que no tiene capacidades limitadas y puede estar a la par con los hombres, sin embargo, la suficiencia de esas capacidades puede verse restringida por condiciones propias de ser mujer, como el llegar a convertirse en madre o ser concebida como el pilar fundamental de la familia.

Para aproximarse a comprender esa visión actual de la mujer en La Armada, resulta relevante adentrarse a la percepción que se tenía de ella al inicio de su inclusión para la década de los ‘80s. En aquella época, el acceso de mujeres se encontraba restringido ya que se consideraba que tenían capacidades limitadas e inferiores respecto a los hombres, de manera que, podían entrar solo aquellas con algún estudio previo en calidad de asimiladas en el área administrativa, a su vez, si realizaban labores operativas, estas lo hacían en buques especiales por máximo un año.

De la mano con la percepción contemporánea mencionada, destaca el desempeño de la mujer en las faenas militares, es decir, la manera en la que se desenvuelve profesionalmente se relaciona directamente con su tinte organizativo y de su constante provisión de apoyo y entendimiento a compañeros, superiores o subalternos, aspectos percibidos como inherentes a ser mujer, lo cual se refleja en sus resultados positivos a nivel de control y organización.

Asimismo, existe la tendencia, tanto de hombres como de mujeres, a considerar que las labores operativas femeninas están propensas a limitarse al momento de convertirse en madre y establecer una familia, lo cual, conduce a la percepción de un ejercicio profesional desigual, ya que, la mujer al ausentarse, por ejemplo, a través de un permiso de maternidad, la carga laboral de los hombres o demás compañeros aumenta y genera incomodidad. Esto a su vez se vincula con la concepción de las mujeres de tener que constantemente demostrar que son tan capaces como los hombres, ya que estas perciben que los masculinos evalúan cada uno de sus pasos o hazañas, y, que se merecen tanto como ellos su lugar en La Armada.

Otra de las categorías se basa en las creencias en torno a las relaciones de género de los informantes, pues estas ideas se manifestaron en la concepción de que, pese a demostrarse que están profesionalmente paralelos, socialmente se encuentran en distintos niveles, estando la mujer en una posición subordinada con respecto al hombre, generándose malestar de algunos masculinos al ser subalternos y recibir órdenes de alguna mujer, lo cual, está enlazado con el hecho de que la inclusión de la mujer a las filas de La Armada y un trato igualitario ha sido dado como una orden a cumplir, mandato a aceptar, emitida por un comandante supremo (figura política).

Aunado a esto, pese a no existir una segregación explicita entre ambos géneros, se sostiene entre ellos la creencia de que a mayor aproximación mayor probabilidad de algún encuentro amoroso que resulte en indisciplina, por lo que, tienden a mantener distancia en sus labores.

Discusión

El análisis del discurso de los informantes  conduce a establecer que la visión de la mujer en sus quehaceres militares está compuesta por importantes aspectos como un discurso con deseos de ser políticamente correcto, al que le subyace la concepción de que el mundo es de los hombres, y, por tanto el área militar es exclusivamente para ellos dada la inversión de recursos físicos y cognitivos en las faenas, considerando a la mujer como limitada en esos aspectos, aunado a la internalización de estas pautas por parte de las mujeres. Es decir, sigue existiendo cierto grado de extrañeza al encontrarse una mujer de La Armada, ya que, como establece Bosch (2005) según  la Fundación Juan Vives Suriá (2010), los individuos “aprenden y hacen suyas las pautas de comportamiento social de su medio socio-cultural” (pg. 42).

De manera que, se presenta una división sexual del trabajo que viene mediada por los roles de género culturalmente configurados en la sociedad venezolana: la mujer debe dedicarse a tareas domésticas, como el cuidado del hogar, esto la hace ser considerada como frágil, dependiente y pasiva, y, el hombre como proveedor y destacado líder, independiente y fuerte. Esta división se volvió una creencia central en la psique de los individuos, causando incomodidad, malestar y desagrado a los hombres y a la sociedad en general, al momento en que la mujer venezolana inició hace varias décadas atrás su participación en La Armada.

En adición a lo previamente establecido, cabe destacar, que la sociedad venezolana es considerada como matricentrada, lo cual se refiere según Moreno (2007), a una organización familiar en la que la madre es el epicentro y pilar afectivo de la familia, razón por la cual, popularmente se supone que toda mujer debe ser madre, y, ser el núcleo de su familia ya que de lo contrario esta se desmoronaría. Este aspecto resulta de gran relevancia puesto que se asevera, según los informantes, que la mujer, con su deber de convertirse en madre, si llegase a hacerlo, estaría limitando sus funciones militares, resultando en un mayor trabajo para sus compañeros masculinos.

Asimismo, es imperativo mencionar el techo de cristal, el obstáculo invisible que impide el progreso profesional femenino, ya que, pese a la mujer poder ascender adentro de La Armada, a través de las especializaciones y estudios post grado requeridos para todos indistintamente del género, su techo de cristal es precisamente el ser mujer y los otros roles que puede llegar a ejercer como el ser madre o esposa, lo cual limita su avance.

En cuanto a las investigaciones previas, en general, estas sostienen que existe una mayor cantidad de hombres en cargos de seguridad nacional que mujeres, siendo estas propensas a la discriminación explícita de género, lo cual puede desembocar en acoso laboral, aunado a que, las gestiones de hombres y mujeres denotan diferentes fortalezas y debilidades sin etiquetarse como mejor o peor.

Los resultados de estas investigaciones complementan los hallazgos de la investigación presente, puesto que permite marcar que, a pesar de La Armada ser un cuerpo militar considerado popularmente masculino, resultó fácil encontrar tanto a hombres y mujeres con cargos homólogos, es decir, no es posible establecer con exactitud la existencia de una cantidad predominante de mujeres u hombres activos, no obstante, es posible inferirse, considerando el techo de cristal y demás condiciones, que los hombres tienden a permanecer activos por más tiempo que la mujer, habiendo entonces más hombres en rangos superiores.

Aunado a esto, en La Armada venezolana, según lo expuesto por los informantes, no existe una discriminación o segregación de género explícita, antes bien, se trata de patrones de pensamiento y comportamiento que dirigen implícitamente el proceder de estos individuos, en otras palabras, no son comunes las agresiones o actos violentos directos, p. ej., golpes, en contra de la mujer. A su vez, resulta cónsona la concepción de que las labores tanto de hombres como mujeres pueden tener frutos favorables, sin considerar que uno se desempeña mejor que otro.

Sin duda alguna, como fue mencionado anteriormente, la visión de la mujer en La Armada responde a un rol complejo, lleno de expectativas y estereotipos de género que inciden en la percepción que se ha formado acerca de ellas y su desempeño como militares, por lo que, resulta ineludible recomendar que se siga investigando acerca de las relaciones de género en La Armada, y cualquier otro cuerpo militar, con el fin de desarrollar políticas equitativas que no desfavorezcan a la mujer, antes bien que se vele por el desempeño óptimo de ella y de los hombres, ya que, su misión es sencillamente una: proteger y defender la soberanía nacional en todo espacio acuático.

De manera que, resulta de gran relevancia acotar, en palabras de Lamas (1997), que la igualdad debe construirse, puesto a que la diferencia se produce sola. Es decir, por supuesto que hombres y mujeres son diferentes, el problema no radica ahí sino en que “lo expresado en los estereotipos y roles de género no son las diferencias reales. Estas diferencias se han traducido en desigualdad jurídica, social y política y los estereotipos son una forma de sexismo que profundiza las inequidades y perpetúa el patriarcado” (Fundación Juan Vives Suriá, pg. 53).

 

Referencias bibliográficas

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