«La vida es algo más que una lista de tareas que tienes que tachar»
Madeleine Dore autora de I Didn’t Do The Thing Today.
La productividad consiste en hacer avances significativos de manera eficiente. ¿Pero qué pasa si te obsesionas con completar todas las tareas de tu lista de cosas por hacer?
En mi trayectoria personal de productividad, he descubierto que estar ocupada no equivale necesariamente a progresar. Es fácil desviarse cuando empiezas a acumular tareas. También me he dado cuenta de que intentar hacerlo todo no produce los mejores resultados para mi negocio o mis clientes.
Entonces, ¿qué hice exactamente? Empecé a montar proyectos, no a hacerlos.
¿Por qué deberías adoptar el no hacer, y por qué necesitas montar proyectos a cambio?
Quiero presentarte un punto de vista alternativo.
Adoptar el no hacer
Desde pequeñas nos enseñan que la productividad consiste en hacer las cosas. Estamos dispuestas a interiorizar esta creencia hasta el punto de atribuirle nuestra autoestima.
Nos esforzamos por alcanzar la perfección. Queremos tener un control total sobre todo. Queremos demostrar a la gente que podemos hacerlo todo.
El problema es que muchas de nosotras no valoramos el no hacer.
Entiendo que puede parecer contradictorio. Incluso cuando hay una montaña de trabajo por hacer, sentarse en la quietud no parece productivo. Pero eso es lo que ocurre aquí. Podemos ser productivas incluso cuando no estamos haciendo nada. Dejamos espacio para nuevas perspectivas, conexiones y conocimientos. Estamos asimilando el mundo que nos rodea.
Empezamos a ver vías para un progreso significativo después de descubrir oportunidades cuando abrazamos el no hacer.
Comprueba cómo la meditación y el mindfulness pueden ayudar a tu creatividad sentándote durante 10 minutos antes de una sesión de trabajo.
El poder de delegar el hacer
Lo primero que se aprende en la vida es a pedir ayuda. Es una herramienta de supervivencia.
En realidad, debes hacer menos cosas y confiar en que los demás te ayudarán a resolver el resto.
Delegar el hacer libera tu tiempo para centrarte en la resolución de problemas, el análisis de situaciones, la creatividad y la priorización de tus necesidades personales y empresariales a largo plazo sobre las emergencias a corto plazo.
Busca la ayuda de familiares, amigos, mentores, desconocidos en Internet, inteligencia artificial o personas de otras épocas. Toma lo que necesites para construir tu vida.
Ensambla proyectos
«Una obra moderna no se crea. Se ensambla». – Tiago Forte autor de Construyendo un segundo cerebro.
¡Hablando de construir! La forma más fácil de empezar a trabajar para conseguir algo que quieres es buscar la información que ya existe.
Trabaja con los conocimientos preexistentes. Examina tus notas y considera los recursos que necesitarás para montar el proyecto. Este paso es sencillo si estás bien organizada.
Cuando construyes un segundo cerebro, te das cuenta rápidamente de que puedes reutilizar y combinar conocimientos para construir hacia un resultado, bloque a bloque, como si se tratara de piezas de un LEGO. Cada paquete que creas o descubres forma parte de un todo mayor.
Tu esfuerzo depende de la recopilación de estos bloques. Puedes emprender o delegar acciones cuando tengas la mayoría de las piezas en su sitio.
Un gran proyecto comienza con la más mínima cantidad de notas.
Si quieres iniciar o completar un proyecto pero te sientes atascada, ten en cuenta las piezas que necesitas reunir y ¡nunca empieces de cero!
«Piensa en verbos como adquirir, importar, obtener, delegar, descargar, hacer crowdsourcing, cosas que tienen que ver con reunir elementos que ya existen a la hora de elaborar proyectos» afirmó Tiago en su clase.
Haz una lista de los pasos que tienes que dar para completar tu proyecto. Lo más probable es que descubras que tú u otros ya tienen los recursos necesarios.
He aquí algunos ejemplos:
«Escribir el blog» → «Importar lo más relevante del libro que he estado leyendo».
«Arreglar el error en la pagina web» → «Buscar formas de arreglar el error».
«Resolver X» → » Buscar la fuente que ha resuelto X en Twitter».
«Trabajar en el proyecto Z» → «Consolidar las notas del proyecto X».
«Enviar el boletín» → «Encontrar el manual de operaciones y delegar».
Considera que eres un detective tratando de obtener pistas.
¿Qué evidencia podrías encontrar para cerrar el caso lo antes posible?
Plantea el montaje de proyectos como una detective, no como una perfeccionista.
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Artículo originalmente publicado en inglés en grrovywink.com