Desde 1995, durante la IV Conferencia sobre la Mujer en Beijing, alrededor de 180 naciones reconocieron el vital papel de los medios de comunicación en el cambio de los estereotipos de género, se negociaron compromisos de gran envergadura, de carácter histórico, por ejemplo: se puntualizó que las mujeres y los medios debían ser una de las 12 esferas de preocupación de la Plataforma de Acción de Beijing, instando a los medios del mundo a promover la participación de la mujer en todos los ámbitos mediáticos, prensa escrita, edición de libros, radiodifusión, televisión, cine, internet y servicio de redes sociales.
Pese a este esfuerzo, con un simple vistazo de los contenidos de los medios de comunicación, podemos darnos cuenta que aún hay mucho por hacer. Así pudimos evidenciarlo en este proyecto de investigación realizado en nuestra catedra Psicología de la Mujer, titulado: “Diferencias en la cobertura de los medios de comunicación hacia los deportes en las categorías femeninas con respecto a las masculinas”
En él, se realiza un análisis del contenido de artículos de prensa, de internet, de revistas en el área deportiva y existen suficientes indicios para plantear que persiste una información insuficiente y una orientación inadecuada sobre el potencial y el rol de la mujer en la actividad física y el deporte, que cuando se trata de deportes las mujeres seguimos ocupando poco espacio y se siguen reforzando los estereotipos de género.
Este trabajo revelador, que nos proyecta un camino para seguir pisando fuerte, fue realizado por cuatro jóvenes entusiastas, con ganas de aportar a la creación de un mundo mas igualitario:
Alex D. Zambrano Sánchez, de 22 años, quien se inspiró en su pasión por los deportes y amor por su club favorito para realizar aportes a esta investigación. “Para mí, todo partió desde la búsqueda de respuesta a la pregunta de ¿Por qué en la TV transmiten partidos de equipos mediáticamente inferiores al FC Barcelona Femenino?, equipo del que soy seguidor y desde allí la investigación fue tomando forma a lo que es hoy”.
Estefany Andreina Daboin Barrera, de 21 años, para quien era importante conocer más del papel de la mujer en el deporte, cómo ha sido desde sus inicios, su desarrollo; fue interesante conocer las fortalezas que han impulsado a las mujeres a participar en un área que tradicionalmente ha sido solo para hombres.
María B. Ferrer, de 18 años, se inspiró en la igualdad de género en los deportes… “quise indagar por qué en la televisión muestran más los equipos masculinos que femeninos, por qué se sigue dando prioridad a los hombres sobre las mujeres cuando se trata de logros deportivos”.
Raquel Cristina Torrealba Rodríguez, de 22 años de edad, “tras haber cursado la materia de Psicología de la Mujer y, tener la oportunidad de investigar, junto a mis compañeros, me interesa la inclusión de la mujer en el mundo del deporte y el papel de los medios para lograrlo».
Evidentemente, lo que estos jóvenes nos develan con su trabajo es que para lograr la tan anhelada equidad, justicia e igualdad, tenemos que seguir estudiando e interviniendo la situación actual de los medios en áreas como el deporte… con sus creencias y falsos mitos, a fin de desmontarles con reflexión, argumentación y conocimiento verdadero, persiguiendo como finalidad última el goce del derecho a la actividad física y el deporte para la mujer y su visibilización y legitimación como deportistas con talento, competentes, tanto como los hombres.
DIFERENCIAS EN LA COBERTURA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN HACIA LOS DEPORTES EN LAS CATEGORIAS FEMENINAS CON RESPECTO A LAS MASCULINAS
Ensayo presentado por:
Alex D. Zambrano CI: V-26.618.965
Estefany Daboin CI: V-27.101.969
Maria B. Ferrer CI: V-29.977.586
Raquel Torrealba CI: V-28.243.037
Maracaibo, junio 2021
Desde el inicio de la humanidad se ha considerado que el deporte debía ser una actividad masculina, porque presentaba una función esencialmente varonil. En la mayoría de las culturas existe la prevalencia de un sexo sobre el otro y, estas diferencias, de carácter básicamente socio-cultural, son asumidas por las sociedades como de orden natural. Particularmente en occidente, tal y como menciona García y otros (2008) ha predominado la visión de que las mujeres son inferiores a los hombres, caracterizadas por conductas y actitudes débiles, pasivas y dependientes, mientras que los hombres son vistos como fuertes y agresivos. Tales expectativas, como es de esperar, han condicionado la conducta de los individuos y han definido roles socialmente aceptados para hombres y mujeres, conformando estereotipos de género muy arraigados y generalizados en casi todos los aspectos de las relaciones humanas.
En la Antigua Grecia y en la Edad Media, la mujer fue considerada símbolo de delicadeza y belleza. Esta visión las hizo más sedentarias, reinando la masculinidad sobre la feminidad en la concepción y práctica del deporte en las sociedades occidentales, manteniendo a las mujeres al margen de las actividades deportivas, tanto recreacionales como sistemáticas y organizadas a nivel de competición. Es con la llegada del siglo XVIII que se inicia la incorporación de la mujer en las prácticas de especialidades deportivas, generando un cambio en su relación con el ámbito deportivo.
A partir de allí, la mujer ha emprendido un viaje de superación en el cual se ha sumergido paulatinamente en el deporte en diversos aspectos, como conseguir participar en la Olimpiadas de Paris en 1900 por primera vez o ir estableciendo Ligas Profesionales en varios deportes a lo largo del mundo; pero a día de hoy siguen existiendo situaciones que limitan el progreso de la presencia de la mujer en eventos deportivos que tienen un origen social.
Es difícil entender la vida social actual sin prestar atención a los medios de comunicación. Los medios de comunicación deportivos son construcciones sociales, lo cual significa que son creados, organizados y controlados por personas con sus propio mundo social, experiencias e ideologías. Los medios no reflejan la realidad sino que proporcionan representaciones de versiones de la realidad, basadas en las relaciones de poderes sociales (Sagarzazu y Lallana Del Rio, 2012).
Los deportes y los medios se han desarrollado dependiendo el uno del otro y ambos se han convertido en partes muy importantes de muchas sociedades. Podrían sobrevivir por separado, pero no serían lo mismo. Tal como destaca Coakley, sin los medios, los deportes comerciales no tendrían la difusión que tienen y habría menos énfasis en los deportes de competición, aunque no debería afectar a la participación activa en el deporte. Sin la difusión del deporte a través de los medios, se le daría menos prioridad a organizar competiciones deportivas. Los medios también podrían sobrevivir sin el deporte, pero serían diferentes, sobre todo la prensa y la televisión. Sin deportes, se reduciría el número de diarios, y la programación televisiva sería diferente los fines de semana y durante las vacaciones, y menos provechosa para las compañías de televisión. La historia muestra que esta fuerte relación simbiótica entre el deporte y los medios se ha desarrollado en un contexto cultural donde existe una prioridad en los beneficios comerciales y en la creación de eventos mediáticos atractivos (Coakley, 2003).
Al mismo tiempo, el deporte y las actividades físicas son áreas específicas en las cuales se han evaluado y analizado los estereotipos de género tradicionales. Al comparar los estereotipos de género femeninos tradicionales con los de las mujeres del siglo XXI, está claro que las mujeres deportistas están comenzando a establecerse en el mundo del deporte. Su capacidad para desafiar las barreras sexistas y nociones negativas sobre la apariencia física de las mujeres, la capacidad atlética y la participación deportiva, se hace evidente a través de su mayor participación en el deporte.
Pero, por otra parte, la cobertura deportiva en los medios electrónicos representa audiencias, y la influencia que estos medios pueden tener en cada uno de nosotros depende de la manera en la que vivamos el deporte en nuestra vida cotidiana. Esta manera de vivir el deporte ha sido condicionada a lo largo de la historia por 3 distintos mitos que se han transmitido entre generaciones, mitos que distinguieron Etizen y Sage, 1978 (citados por Gallo y Col, 2000) y tal como lo incluye García y otros (2008) en su artículo:
El primer mito señala que la actividad deportiva-atlética masculiniza a las mujeres. Éste es quizás, uno de los estereotipos sobre el deporte femenino más persistente a lo largo del tiempo, ya que históricamente a las mujeres que han desarrollado sus capacidades motrices, socialmente se les ha estigmatizado de tener actitudes masculinas.
El segundo mito indica que la práctica deportiva es peligrosa para la salud de las mujeres. Se sustenta en que el grado de intensidad de la actividad física puede alterar el ciclo menstrual, dañar los órganos reproductores y los senos; en otras palabras, puede tener efectos negativos en la fertilidad y disminuir la capacidad reproductiva.
El tercer mito refiere que las mujeres no están interesadas en el deporte y que cuando lo ejecutan no lo hacen bien, como para ser tomadas en serio. A partir de los años 70 y 80, se produce un avance en la superación de este mito, debido al surgimiento de políticas públicas en buena parte de los países del globo, orientadas a otorgar igualdad de oportunidades y responsabilidades sociales a los hombres y a las mujeres. En este contexto, el deporte es, al parecer, más accesible y deseable para las mujeres (párr. 14-16).
Pilar Calvo, secretaria general de la AMDP (Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional), afirma que “el deporte es un fiel reflejo de la sociedad y la discriminación que existe en ella es mucho más evidente dentro de él” (Tristán, 2019). La historia del deporte femenino es la de una lucha continua contra las dificultades en donde las deportistas han logrado, con su talento y su insistencia, resaltar en un mundo reservado durante mucho tiempo para los hombres. Sin embargo, pese a que las mujeres se han sobrepuesto a las barreras y han logrado la equiparación en cuanto a éxitos, aún queda mucho por hacer. El deporte femenino no puede valerse únicamente del talento y sudor de sus integrantes, sino que necesita de un reconocimiento institucional y social para su crecimiento en busca de la igualdad.
Un problema bastante notable que causa una desigualdad en este tema seria el relativo a los patrocinios. Las mujeres, que conviven con salarios notablemente inferiores a los de los hombres, tienen que conformarse únicamente con el 0,4 % referido a los patrocinadores (Esto varía dependiendo los deportes y organizaciones). Esto último va ligado, sin duda, a la exposición en los medios de comunicación. Desde la AMDP reclaman una cuota del 50 % para el deporte femenino en los medios públicos, algo muy lejos hoy en día, comenta Calvo Pilar (2019): “Si el deporte femenino saliera en televisión, la gente lo vería. No es cuestión de deporte masculino o femenino, es cuestión del deporte que sale por la tele”.
Según un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid, tan solo el 5 % del espacio de la prensa deportiva va dedicado a las mujeres. Aunque los éxitos femeninos están ahí, los medios no se hacen mucho énfasis de ello. Cuando no hay repercusión ni visibilidad, los patrocinadores no quieren patrocinar a las mujeres. Se gastan dinero en los que salen, mencionan desde la AMDP (Tristán, 2019).
Antes lo expuesto se formula la siguiente interrogante
¿Tendrá la cobertura de los medios de comunicación una diferencia significativa sobre los deportes en las categorías femeninas en comparación de las masculinas?
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION
Objetivo General
- Identificar las diferencias que tiene la cobertura de los medios de comunicación hacia los deportes en las categorías femeninas en relación a las masculinas.
Objetivos Específicos
- Determinar en qué proporción los deportes en las categorías femeninas están siendo cubiertos por los medios de comunicación con respecto a los masculinos.
- Establecer la influencia que tienen los medios de comunicación en aspectos económicos y socioculturales en las categorías femeninas de los deportes.
- Transmitir la importancia de la presencia de las categorías femeninas de los deportes en los medios de comunicación.
MÉTODO
El tipo de investigación a aplicar es de tipo mixta, ya que los objetivos pueden ser aclarados de mejor forma utilizando tanto información cuantitativa como cualitativa, en vez de una u otra por separado, porque el análisis que se realiza requiere de profundización de los datos, la presentación de estadísticas, habilidad para interpretar la información que se obtiene a lo largo de la investigación, así como relacionar situaciones que estén pasando, en este caso en la cobertura de los medios de comunicación hacia los deportes en las categorías femeninas en relación a las masculinas. Además que este tipo de investigación permite la flexibilidad que se necesita para aportar puntos de vista respecto a la presencia de las categorías femeninas de los deportes en los medios de comunicación y en qué proporción se hace.
En esta investigación se busca encontrar las diferencias que hay en la cobertura de los medios de comunicación hacia los deportes en las categorías femeninas con respecto a las masculinas, así como también analizar las influencias que tienen estos medios sobre los deportes en aspectos económicos y socioculturales, y como tomaría importancia que estas categorías femeninas sean transmitidas con más frecuencia. Por eso, en este sentido, una investigación del tipo mixta es lo idóneo ya que permite ser prácticos al utilizar métodos cuantitativos y cualitativos en conjunto para obtener información acerca de las variables de los objetivos para luego desarrollar el resto del estudio teniendo la libertad de consultar diversos documentos para enriquecer la investigación.
La procedencia de los datos es importante para que la investigación tenga un buen respaldo y por lo tanto este bien sustentada. Para realizar el estudio, se ha recorrido a datos secundarios. Estos son aquellos que se recolectan de referencias publicadas de un campo de conocimiento en particular (Hernandez, et al. 2014).
Los datos secundarios para el estudio se obtienen de libros, revistas, periódicos, artículos publicados en internet, los cuales cumplen con los requerimientos de búsqueda de información. Las fuentes utilizadas para la elaboración del documento son confiables porque tienen datos que provienen de investigaciones formales revisadas por expertos. La recolección de datos para esta investigación, como ya se menciona, es a partir de material secundario el cual se obtiene de revistas, artículos, sitios oficiales de deportes en donde se encontró información sobre la cobertura de los medios de comunicación sobre los deportes en las ramas femeninas y masculinas.
Después de obtener toda la información, se revisó para que en caso de que esta no fuera suficiente se consultara más fuentes. Al tener la seguridad de que ya se contaba con la información necesaria, se analizó, para esto se establecieron los puntos más relevantes de cada fuente y se ordenaron de acuerdo a la importancia de la información, es decir, desde la que más aportaba a la investigación hasta a la que complementaba. La lectura de los datos ayudo a realizar un mejor análisis, ya que se leyó la información en reiteradas ocasiones y se realizó una síntesis de esta, sin descartar las ideas principales de cada información que se encontró.
HALLAZGOS
Se analiza tanto el tiempo que los medios dedican al deporte realizado por mujeres, como la diferencia en el tipo de informaciones, y el tiempo en que éstas se transmiten por los medios, diferenciando tanto medios como deportes.
En lo que se refiere al aspecto cuantitativo, en relación al total de noticias deportivas un 86% correspondieron a deportes protagonizados por hombres y un 7% a los protagonizados por mujeres, el 7% restante se refiere a deportes mixtos. La brecha de género es aún mayor cuando se utiliza como indicador el tiempo de duración de las informaciones. En este caso, las disciplinas masculinas obtienen el 89% del tiempo, las femeninas el 6% y las mixtas el 5%.
En la Prensa
La prensa deportiva responde a una alta demanda, y se toma como ejemplo al diario Marca que es el diario más leído, por encima de cualquier diario generalista en 2020 (Audiencia General De Medios). En primer lugar, las mujeres son sujeto noticioso únicamente en el 5.11% de los casos. Unas veces las noticias se refieren a mujeres solas, 2.18%, y otras acompañada por, al menos, un protagonista masculino (2.93%), mientras que el hombre lo es en el 92.24% (Sainz de Baranda, 2010).
En los titulares el 63.95% de los títulos el nombre propio masculino es el que más abunda, mientras que el femenino solo supone el 1.99%. Lo mismo ocurre con las citas incluidas en los títulos, en las que las mujeres aparecen con mucha menos frecuencia que los hombres (Sainz De Baranda, 2010). También se ha observado que sólo el 7% de las fotografías que aparecen en la prensa pertenecen a las deportistas y, únicamente, el 0.44% del total de páginas dedicadas a deporte están destinadas al deporte femenino. Además, la mayor parte de las fotografías dedicadas al deporte femenino eran de tamaño pequeño o muy pequeño y recogían situaciones negativas para las mujeres (Angulo, M, 2007).
En la Televisión
En relación con los informativos deportivos de televisión en las principales cadenas españolas, hay una escasa presencia de las deportistas con respecto hombres. En concreto, se obtuvo un porcentaje del tipo de noticias en función del sexo protagonista con un 96.5% de noticias masculinas frente al 2.1% por ciento de noticias femeninas. El 1.4% de noticias eran mixtas, con ambos sexos para esta competición deportiva.
Si la medición es el tiempo de duración de las noticias en función del sexo, los resultados son que el 98.3% del tiempo de los informativos se dedicó al deporte masculino y el 1.7% al deporte femenino (Calvo Ortega, E; Gutiérrez, S., 2016).
Asimismo, es muy acusada la brecha de género en presentadores de las noticias deportivas. El 91% fueron hombres, frente al 9% de mujeres. La voz en off masculina apareció en un 79.95% de las ocasiones (Calvo Ortega, 2016).
El fútbol, ocupa el centro de la programación en deporte en los medios de comunicación y, entre ellos, también en televisión. El dominio del fútbol en la información es total y centra el 67% de las noticias y el 73% del tiempo informativo dedicado al deporte (Consejo Audiovisual De Andalucía 2018). Cabe resaltar que los canales públicos ofrecen una imagen más diversa del deporte que el privado, donde el predominio del fútbol es absoluto, y está en torno al 70% de todos los contenidos deportivos emitidos por las cadenas locales privadas. Sin embargo, según el Informe del Consejo Audiovisual de Andalucía de 2016, el futbol ocupa el 39% de los contenidos deportivos en las cadenas públicas. En todo caso, y pese a este abultado interés mediático en el fútbol, la práctica femenina de este deporte no mereció más del 2% de todas las noticias emitidas. Es evidente que hay una vinculación entre el hecho de que la presencia de las mujeres sea mínima en este deporte y la inexistencia o baja representación en los medios de comunicación (Consejo Audiovisual De Andalucía, 2018).
En la televisión la información de deporte femenino es mínima, pero también se constata que el interés de las mujeres por el deporte es menor. Y esto ocurre independientemente del género del deporte retransmitido. No hay mayor audiencia masculina, para el deporte masculino y femenino para el femenino. Tanto para uno como para otro, los hombres son la mayoría de la audiencia.
La consecuencia que producen estos hechos es negativa para las deportistas y da la impresión de que el protagonismo del hombre en el fútbol, por ejemplo, conlleva que por inercia las deportistas parezcan estar ausentes también en otros deportes. El resultado final es que las mujeres no aparecen en los deportes a los que los informativos dedican más espacio (Calvo Ortega, E; Gutiérrez, S., 2016). Se encuentran deportes con una información deportiva con más equidad de género:
Entre los deportes más representados se registra el atletismo (85% de noticias mixtas), tenis (47% femenino) y baloncesto (33% femenino).
Un estudio hecho por Nielsen Sports analizó ocho de los mercados mundiales más activos en el campo del deporte (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España, Australia y Nueva Zelanda) y determinó que el 66% del total de la población está interesada en al menos un deporte femenino, que el 84% de los consumidores de deporte en general están asimismo interesados en el deporte femenino, y que de ese 84%, el 51% son hombres (y el 49 restante, mujeres).
Estas cifras contrastan todavía con la precaria inversión en patrocinios destinados a competiciones y deportistas femeninas. Pese a que cada año crece la inversión económica de las empresas dedicado a este apartado, alrededor del 40% en los últimos cinco años, la inversión en patrocinios femeninos representa menos del 1% del gasto total, según la agencia IEG.
En la Radio y las Redes Sociales
La radio es un medio de predominio masculino. Las noticias sobre las deportistas suelen ser generalizadoras y las referencias al colectivo femenino suelen ir acompañadas de comentarios frecuentemente extradeportivos, de manera que todo el discurso parece estar dirigido al público masculino que, en realidad, es el oyente mayoritario de estas retransmisiones (Alfaro, E, Bengoechea, M; Vazquez, M., 2018).
El hecho de que el deporte se haya considerado tradicionalmente algo propio de lo masculino en la radio conlleva a un peor tratamiento para las deportistas, que aumenta la brecha de género. Por último, la audiencia acepta, evidentemente, esta representación del deporte en la radio, tanto los hombres, que siguen las noticias en mayor porcentaje que las mujeres, como las mujeres.
Por otro lado, este tipo de tratamiento hacia mujeres, y en especial a las deportistas, continúa en las Redes sociales. En este sentido, el Informe del de Monitoreo Global de Medios de 2015, se refleja que, en Twitter, las mujeres no están bien representadas en proporción con la realidad y respecto a la representación que se hace de los hombres. Este es el primer informe en el que se incluyen estudios sobre Twitter, los resultados no son positivos en una primera aproximación. Tanto respecto al número, a la cantidad, como en lo que afecta a la forma en que se presenta a las mujeres y la imagen que se traslada de ellas, los estudios señalan que, también en estos medios, hay una clara sobre presentación de las mujeres en un sentido cualitativo y cuantitativo.
Las cifras señalan que los tweets publicados sobre mujeres no llegan al 4%. De los cuales un 45.95% son sobre mujeres no deportistas. De manera que, solo el 2.07% de los tweets trata sobre deporte femenino (Ada Lameira, 2019). En cuanto al tipo de información, también en este medio, se reiteran los estereotipos referidos a las deportistas. Las noticias referidas a fracasos, sanciones e infravaloración de los éxitos de las deportistas son más frecuentes que los referidos a los logros. La presencia de las deportistas tiene connotaciones negativas en la mayoría de los casos. Respecto de los tweets referidos a mujeres no deportistas que aparecen en los medios deportivos, responden a dos motivos principales: a sus relaciones familiares con hombres deportistas, o con claro contenido sexual. Lo que refuerza el estereotipo de género (Ada Lameira A., 2019).
DISCUSION Y CONCLUSIONES
La posición de las mujeres en el deporte, como resultado y consecuencia de la estructura social, se presenta de manera explícita en este ámbito tratado a lo largo de la investigación, como consecuencia de varios factores, entre ellos, lo vigente de “lo masculino” en el mundo del deporte y que se refleja en los medios de comunicación. A pesar del aumento considerable de participación de las mujeres en el deporte que se ha notado en los últimos años y de una creciente audiencia interesada en el femenino, todavía existen diferencias significativas en la cobertura mediática de los deportes de mujeres y hombres.
Los medios de comunicación, pese a las medidas que se toman desde distintas instancias, continúan una inercia que se demuestra con las cifras de aparición en medios, referidos al tiempo, así como a la forma en que las deportistas aparecen en los medios. Los medios transmiten una representación del deporte que refuerza las percepciones estereotipadas de los roles de género. Las deportistas se siguen representando de forma inadecuada. Se destacan los aspectos relacionados con cuestiones ajenas al deporte y se hace que las deportistas y sus méritos pierdan protagonismo. La forma en que se representan contribuye, en definitiva, a que se devalúen los logros de las mujeres en el deporte, debido al énfasis puesto en la feminidad y la atracción sexual en lugar de la fuerza y las habilidades.
Esta posición se mantiene tanto en radio como en la prensa y televisión, así como en las redes sociales. Independientemente del medio que se utilice, aunque presenta peculiaridades de acuerdo con cada uno de ellos, las líneas generales son las mismas. Además, el hecho de que la mayoría de los espacios que se retransmiten por televisión estén relacionados con el fútbol influye en que en muy pocos casos las mujeres sean protagonistas, ya que se trata de un deporte muy masculinizado y todo ello conlleva, en definitiva, a un efecto de alejamiento y desinterés de las mujeres hacia el deporte.
RECOMENDACIONES
- Ver el deporte como deporte y no algo específico para un solo sexo o género.
- Fomentar las oportunidades de participación de ambos géneros y, en especial, atender las necesidades y aspiraciones femeninas.
- Fomentar la idea de que los estereotipos sexistas que se presentan en los medios de difusión son discriminatorios para la mujer.
- No dejarse llevar por el estereotipo de representar a las mujeres deportistas por su estatus vicario y las referencias a su vida personal y familiar.
- Desarrollar políticas, programas y estructuras que eleven el número de mujeres en puestos de liderazgo deportivo.
- Acrecentar el intercambio de experiencias y la cooperación internacional en materia deportiva y de igualdad de género.
BIBLIOGRAFÍA
Global Media Monitoring Project (2019).
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El deporte femenino, generalmente, genera mucho menos dinero. ¿Porqué no van las mujeres a verlas competir para que ganen más? Y suelen tener menos nivel.